Ariel Ortega colgó los botines hace exactamente siete años, en el contexto de un Monumental absolutamente repleto y desbordado de pasión para agradecerle al ídolo cada uno de los momentos vividos con la banda roja. Aquella tarde/noche en Núñez dejó momentos inolvidables para todos los que estuvieron en las tribunas o lo miraron por TV, y por supuesto que el Burrito quiso inmortalizar al máximo cada segundo vivido.

El ídolo jujeño luciendo con mucho orgullo y a pura sonrisa aquel tatuaje que lo muestra con su hijo Tomás (Chatrán Tatoo)

El ídolo jujeño luciendo con mucho orgullo y a pura sonrisa aquel tatuaje que lo muestra con su hijo Tomás (Chatrán Tatoo)

Es por esto que unos años más tarde Ariel decidió retratar en su piel uno de los recuerdos más sentidos de aquel 13 de julio del 2013. Se trata de uno de los tantos momentos en los que  se encontraba abrazado y lleno de emoción junto a su hijo Tomás, ambos con la camiseta de River puesta y el número 10 en la espalda.

Con mucho orgullo y felicidad el ídolo luce su tatuaje en lo más alto de su brazo derecho, no solo para tener presente lo que fue su despedida sino además para englobar el sentimiento de unión eterna que tiene con su descendiente. se encuentran tan unidos como siempre en la parte más alta del brazo derecho del ídolo, quien lo luce con mucho orgullo y felicidad.

El otro tatuaje que tiene Ariel referido a su noche de despedida (Archivo)

El otro tatuaje que tiene Ariel referido a su noche de despedida (Archivo)

Pero aquel no fue el único tatuaje que inmortalizó Ortega de aquella noche mágica, ya que en ese mismo brazo pero en la parte baja tiene escrita la frase "Gracias a Dios por hacerme hincha de River", que es de autoría absolutamente propia y con la que enamoró una vez más a todo el pueblo riverplatense en el cierre de su despedida.