El 5 de agosto de 2015 es una fecha imborrable para la historia reciente de River: aquella noche lluviosa en el Monumental, el equipo del Muñeco puso fin a 19 años sin levantar la Copa Libertadores. Los 70 mil hinchas que deliraron en el estadio no podrán olvidar las sensaciones de esa jornada, aunque hay uno de ellos que recuerda algo más que lo futbolístico. Matías Bocconi pasó por el podcast de La Página Millonaria y contó cómo ese partido le salvó la vida. 

"Soy socio desde el año '88, así que desde el '88 para estos tiempos fui a la cancha prácticamente siempre, tengo abono a la Sívori Media", comenzó este fanático de 39 años, oriundo de Olivos y cuya historia se conoció en las redes sociales. 

Matías vivió en la Centenario Media la Final de América de 1996 y, como no podía ser de otra manera, en 2015 estuvo presente nuevamente en la cancha contra Tigres. "La entrada fue un bolonqui ese día. Yo estaba entrando a la Sívori Media por Udaondo y en un momento quedé atrapado entre dos vallas, salí a los golpes y entré como sea", recordó sobre el complicado acceso que le costó una costilla fisurada

Una vez en la tribuna, este hincha que también se dedica a la música vio cómo River se puso en ventaja con el gol de Lucas Alario y a los 30 minutos del segundo tiempo el árbitro Darío Ubríaco marcó un claro penal del que se hizo cargo Carlos Sánchez.

"Cuando patea Sánchez el penal y lo mete fue como que se me vino el Monumental abajo y la historia encima. Lo grité tanto, tanto ese gol que en un momento, en pleno grito, fue como si hubiese perdido el conocimiento por un momento. Pasé para el otro lado, pero fueron cinco segundos. Pasó y después vino el tercero de Funes Mori, festajamos abajo de la lluvia, delirio total", continuó con su relato. 

Al día siguiente de la fiesta en el Monumental, Matías empezó con una fuerte tos que persistió por 30 días y una madrugada descubrió lo que la ocasionaba. "No podía ni hablar de la tos que tenía. Me levanto una madrugada de la tos para devolver porque ya no tenía más lugar por dónde toser. Cuando voy a devolver siento como si una pelota se me hubiese venido a la mitad de la boca. Cuando abro la boca en el espejo, ahí me cagué todo: veo una pelota literal atrás de la campanilla", reveló. 

Bocconi fue al otorrino inmediatamente y tras varios estudios le confirmaron lo peor: tenía un tumor maligno que debía combatir con quimioterapia. La enfermedad estaba apenas avanzada y este hincha Millonario afortunadamente pudo vencerla después de pasar todo 2016 en hospitales y a través de su fuerza de voluntad y el apoyo de su familia. El haber enfrentado el cáncer en sus inicios también fue clave para su recuperación. 

"Gracias al gol de Sánchez que lo grité de esa manera fue como que saqué el tumor afuera. La tos que tenía era porque en el grito de gol ese tumor que tenía ahí lo desgarré. Donde estaba alojado se desgarró y me quedó colgando en la garganta, por eso tosía. Si no hubiese sido por el grito de gol capaz que no estabamos hablando", contó sobre la importancia de aquel segundo gol del Más Grande en la final de la Copa Libertadores. 

El oncólogo que lo atendió le había advertido que sus probabilidades de recuperarse eran del 30 %. "Si yo no me entero que tengo eso, seguía su curso. Lo agarramos muy virgen. Los médicos calculan que si yo no hubiera gritado el gol como lo grité y eso seguía creciendo, hubiera hecho metástasis en otros órganos y ahí si estaba al horno", expresó Matías. 

Finalmente, aconsejó hacerse estudios con regularidad para no descuidar la salud y además le dejó un emotivo mensaje a Sánchez: "Gracias por pasar por River, por darnos la Copa y sobre todo por salvarme la vida. Si pudiera abrazarlo, lo abrazaría. Lo tengo allá arriba por haberme dado otra chance. Me dio otra chance, chabón"