El entrenador de River deberá demostrar sus condiciones para sacar al equipo de este bajón futbolístico que lo tiene en la lona. Para colmo, tiene una larga lista de lesionados y un esquema que no genera sorpresa ni resultados.
Desde el discurso Néstor Gorosito es una persona calma y que explica bien aquello que quiere transmitir. Sin embargo, a la hora de remitirse a los hechos, el equipo volvió a ser aquel fantasma de años anteriores y los hinchas se lo hicieron sentir con silbidos y abucheos luego del empate con Nacional, de Uruguay, que complicó seriamente la clasificación a los octavos de final de la Copa Libertadores 09.
El entrenador tendrá que trabajar mucho en los entrenamientos para encontrar, con los jugadores sanos que tiene, un equipo que genere sorpresa en cada ataque y equilibrio a la hora de defender. Lamentablemente, el 4-3-1-2 no termina de convencer porque el equipo carece de algo básico comoson losvolantes mixtos capaces de defender pero también de sumarse en el circuito de ataque.
Sumado a este difícil panorama hay que resaltar varios puntos: la larga lista de lesionados que comienza con Facundo Quiroga y sigue con Augusto Fernández y Diego Buonanotte; el bajo nivel de Mauro Rosales y Paulo Ferrari; y la falta de gol de los delanteros. La cuerda comienza a subir por el cuello del entrenador y un par de malos resultados desembocarían en una crisis similar a la que desde hace vario tiempo se mal acostumbró el hincha.
Fotografía: Fotobaires



