River quedó en deuda desde lo futbolístico, pero cumplió un papel excelente en todos los sectores porque la iluminación no tuvo ninguna bengala.
La campaña realizada por diferentes vías de comunicación oficiales fue un éxito. Promovida durante toda la semana en Twitter, Facebook y varios sitios web, también fue difundida mediante el tablero LED. El hincha contribuyó al máximo. Tomó conciencia de lo importante que era una fiesta sin pirotecnia. Entendió que el club de sus amores podía pagar caro tanto en lo económico como en lo deportivo la portación de cualquier tipo de elemento prohibido, tras una fuerte advertencia de la Conmebol.
A las 21.55, cuando Marcelo Barovero salió por el túnel, “River, mi buen amigo, esta campaña volveremo’ a estar contigo” sonó como siempre. Aunque en lugar de las bengalas, lindas para decorar las tribunas pero lo suficientemente peligrosas para la seguridad de todos, hubo celulares iluminando el Monumental. Miles y miles de smartphones con diversas aplicaciones brillantes, ideales para brindar colorido sin riesgos ni sanciones sumamente perjudiciales. ¡Un espectáculo!
Para la insitución de Núñez era clave que todo saliera bien. La dirigencia mantuvo distintas reuniones en materia de prevención. Desde organismos de seguridad hasta conversaciones profundas y detalladas con los miembros de la Confederación Sudamericana de Fútbol. Todo en función de evitar la presencia de pirotecnia, algo fundamental para detectar en los cacheos, e hinchas infiltrados que pudieran causar desmanes. Y si bien es cierto que el resultado futbolístico no acompañó, la noche al menos tuvo brillo en las tribunas.
+ El Monumental dio el ejemplo



