Pese a las dificultades para superar la fase inicial de la Copa Libertadores, el Millonario llega bien para la serie de octavos de final frente a Boca. Eso reflejan los números de un equipo con mentalidad ganadora y antecedentes para tenerle confianza.
Mientras los hinchas de muchos clubes disfrutaban los obstáculos del Más Grande, River se hacía fuerte. En silencio, sin ruido alguno. Lejos del rendimiento superlativo del semestre pasado, la versión actual que conduce Marcelo Gallardo crece poco a poco. De menor a mayor. Y aunque las estadísticas pongan como favorito al eterno rival, teniendo en cuenta que fue el mejor primero contando victorias por partidos, la ilusión de repetir el triunfo de la Copa Sudamericana está latente.
Más allá de ser un dato con poco rebote mediático, tal vez camuflado por los flojos resultados de la pretemporada, el Millonario tan sólo perdió uno de sus 17 encuentros oficiales en el 2015. Incluso, sumando el cierre del 2014, se trata de un traspié en las últimas 22 presentaciones. Si bien es justo mencionar que hubo 8 empates en el camino, cabe destacar que el hecho de ser casi imbatible representa algo fundamental a la hora de afrontar las series cara a cara en la Libertadores.
¿Cómo no depositarle un voto de confianza a un equipo que ganó la Sudamericana invicto? Definió siempre en el Monumental, verdad, como también se debe mencionar que en la Recopa venció a San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro, sin recibir tantos en ninguno de los partidos. Hay bastante para mejorar, sobre todo en materia de puntería -la eficacia está en alza-, pero un River que prácticamente desconoce lo que es perder merece respeto. Sobre todo al tener en cuenta que únicamente mordió el polvo de la derrota en la altura de Oruro.
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