(Tucumán – Enviados especiales) La felicidad no fue completa para el primer venezolano que logró jugar y convertir en River, ya que se retiró de la cancha con una contractura que podría ser un desgarro.
El partido de ayer contra Atlético Tucumán, seguramente, quedará para la historia porque César González anotó su primer gol en el Millonario, siendo el primer nacido en Venezuela que grita un tanto con la banda roja.
Los últimos partidos mostraron al Maestrico como una acertada alternativa de Almeyda para el once inicial, teniendo rendimientos de menor a mayor, que si bien no se comparan con los de Ocampos como volante por izquierda en su mejor momento son productivos para el equipo. Y ayer pudo agregarles a sus buenas actuaciones más desbordes en velocidad, buenas jugadas individuales como también en conjunto como fue el gol, tras una buena combinación con Cavenaghi. Este jugador que viene en alza también suma a la hora de las pelotas paradas haciéndose cargo de los tiros libres y corners, cuando el Chori Domínguez no está en cancha.
Pero no todo es color de rosa, ya que en la goleada que River le propinó a los tucumanos el volante tuvo que salir ya que sufrió una contractura en el segundo tiempo, que en la semana se verá si es un desgarro. Por lo que peligra su continuidad en el equipo, cuando ya es seguro que el miércoles por Copa Argentina no jugará por lo pronto.
