(San Juan – Enviado especial) Fernández la rompió anoche y, por tercera vez al hilo en la Copa Argentina, fue uno de los puntos altos de River. Mostró un rendimiento completo en todos los rubros y comienza a reunir méritos para ser tenido en cuenta para la consideración del DT de la Selección.
Tiene el partido en la cabeza. Entiende qué conviene hacer. Interpreta las acciones como poco. Sabe utilizar la pausa y acelera cuando es necesario. Emplea el pase corto cuando la situación lo demanda, aunque también aplica el lanzamiento largo en las circunstancias adecuadas. De una manera u otra, Ignacio Fernández siempre lo hace de forma precisa, generalmente al lugar indicado.
Esta nueva posición, suelto partiendo al lado de Leonardo Ponzio, le resulta cómoda, potencia sus virtudes. Marcelo Gallardo acertó, le dio confianza y Nacho otra vez la ratificó anoche, en San Juan, donde no sólo envió el centro en el gol de Lucas Alario, sino que además manejó los tiempos durante varios pasajes. Una actuación completa del mediocampista ante Arsenal. Jugó, distribuyó, ocupó los espacios para marcar, recuperó, presionó y fue opción para el desahogo de sus compañeros.
Antes de que comenzara esta temporada 2016/17, alguien que conoce hace varios años a Fernández le avisó a La Página Millonaria: “Acordate que en este semestre la rompe”. Y así es, el volante está feliz en River, disfruta del día a día, cuenta con el respaldo del cuerpo técnico y se encuentra a gusto en el plantel. Su rendimiento sintetiza buena parte de la idea de Gallardo. Y, a esta altura, no es descabellado pensarlo en un futuro para la Selección. Bauza, Nacho es argentino.
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