(Especial desde Sudáfrica) En Sudáfrica y en todo el mundo, el Mundial ya se empieza a palpitar a toda pasión. Pero sin embargo, para millones de hinchas de River, la ansiedad por armar un equipo competitivo para la segunda parte del año supera hasta a la mismísima fiebre mundialista. Sí, incluso para los riverplatenses que ya estamos en Sudáfrica y que no escuchamos otra cosa que no sea “bafana bafana” y “vuvuzela”.
Johannesburgo es una locura. Cada barrio, cada esquina, cada comercio, cada bar. Todo, absolutamente todo está vestido de amarillo y verde para darle un apoyo sin precedentes a los bafana bafana, nombre con el que los sudafricanos llaman a su Selección nacional. La fiebre del fútbol nos demuestra a cada paso que –en su mayoría- el sudafricano se ha enamorado definitivamente de este evento. Y eso se puede corroborar en cada tienda que vende artículos mundialistas: los hinchas locales no sólo compran merchandising de su Selección, sino que los productos vinculados con Argentina y Brasil, por ejemplo, se vendan como pan caliente. A veces, desde nuestra tierra nos cuesta tomar dimensión del reconocimiento que el mundo tiene sobre nuestro país a nivel futbolístico, pero al llegar acá y ver como las vidrieras explotan de productos celestes y blancos al mismo nivel que los de Brasil (y mucho más destacados que selecciones como Italia, Alemania, Francia o España) uno termina entendiéndolo, y más después de ver a cientos de sudafricanos con sus camisetas celestes y blancas.
Las vuvuzelas merecen otro párrafo aparte, no son no más ni menos que nuestras archiconocidas cornetas pero pintadas con mil y un colores, y con las insignias de cada Selección participante. Hoy al mediodía, fue “el” día de las vuvuzelas, donde se convocaba a todos los sudafricanos a dejar todo lo que tenían que hacer y cuando el reloj diera las 12 del mediodía hacer sonar sus cornetas bien fuerte para demostrarles todo su apoyo a sus bafana bafana. Y vaya si lo hicieron. Sonaron las vuvuzelas, bailaron a más no poder, se unieron en un grito más allá del color y las creencias y cantaron sus himnos. Esto ocurrió en todas las ciudades y barrios del país, en las plazas principales y en los centros comerciales (ver video).
Pero los argentinos siguen llegando y llegando a Sudáfrica, muchos se van directo a Pretoria en busca de un hostel o alguna casa de familia para alojarse, mientras que los más organizados ya tienen su lugar en alguno de los miles de hoteles que hay en la inmensa Johannesburgo. Y como ya hay cientos de argentinos deambulando, hay cientos de compatriotas hinchas de River que se hacen ver. Y cuando los cruzamos, todos nos preguntan lo mismo “¿Hay novedades de los refuerzos?, ¿trajimos a alguien?”. Bafana, bafana.
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La Página Millonaria desde Sudáfrica: Día 1
Imagen y video: La Página Millonaria en Sudáfrica



