Después de jugar siete partidos en un nivel sensacional que le permitió llegar invicto al encuentro decisivo, la Selección Argentina de básquet no pudo culminar el Mundial de China de la manera deseada y perdió claramente la final ante España por 95-75. El segundo puesto le permitió igualmente al equipo nacional conseguir el objetivo más importante que fue a buscar: la clasificación a los Juegos Olímpicos del próximo año en Tokio.

Los parciales fueron 14-23, 31-43, 47-66 y 75-95. España dominó el encuentro prácticamente de principio a fin, pese a alguna reacción que intentó Argentina en el primer y último cuarto que no fueron suficientes para estar a tiro en el tanteador. El máximo goleador nacional fue el santiagueño Gabriel Deck, con 24 puntos, y lo siguió Nicolás Laprovittola con 17. En el equipo campeón los máximos artilleros fueron Ricky Rubio con 20 y Marc Gasol con 14.

Es el segundo subcampeonato de la historia para Argentina en los Mundiales, y cosecha un título en su historia, obtenido en 1950. Cabe destacar además que Luis Scola fue elegido como uno de los cinco mejores jugadores del certamen, y fue el único argentino dentro del quinteto ideal de la competición.