El 16 de agosto de 1987, River derrotó por 3-0 a la Liga Deportiva Alajuelense de Costa Rica y obtuvo la Copa Interamericana, logrando de esa manera en menos de un año, los tres títulos internacionales que se disputaban en aquel momento.
Sin la repercusión y la obsesión que significaban para el hincha millonario las Copas Libertadores y la Intercontinental, la posibilidad de quedarse con la Copa Interamericana también seducían bastante tanto a la gente de River como al cuerpo técnico que bajo el mando de Carlos Timoteo Griguol pretendía comenzar su trayectoria en River con un título. Vale recordar que la directiva comandada por Hugo Santilli decidió a mitad de 1987 la no renovación en el cargo de técnico de Héctor Bambino Veira, que había ganado todo con River, y su reemplazo por Griguol. Ambas decisiones polémicas y nunca del todo aclaradas por los responsables.
El rival de River fue la Liga Deportiva Alajuelense, que había obtenido el año anterior la Copa de Campeones de la CONCACAF tras derrotar en la final al Transvaal de Surinam al que batió por un doble 2-1.
El primer encuentro se disputó el 25 de julio en el estadio Alejandro Moreno Soto de San José, la capital costarricense, y no se abrió el marcador en un partido bastante chato y jugado con mucho calor. En aquella oportunidad, River formó de la siguiente forma: Sergio Goycochea; Jorge Borelli, Nelson Gutiérrez, Oscar Ruggeri, Alejandro Montenegro; Néstor Gorosito, Américo Gallego, Omar Palma, Roque Alfaro; Claudio Caniggia y Juan Gilberto Funes.
La revancha en el Monumental se jugó el 16 de agosto y con no mucha expectativa, en un día muy frío y con mucha lluvia previa que se notó en el mal estado del campo de juego. En esa ocasión, Griguol realizó varios cambios con respecto a la formación anterior y saltó al césped con estos jugadores: Sergio Goycochea; Rubén Gómez, Nelson Gutiérrez, Oscar Ruggeri, Jorge Borelli; Héctor Enrique, Américo Gallego, Omar Palma; Ramón Centurión, Juan Gilberto Funes y Jorge Villazán (ST Antonio Alzamendi).
El uruguayo Villazán abrió el marcador tras un gran desborde del Búfalo Funes, liquidando casi el pleito ante un rival que respetó de manera evidente a River. El propio Funes y el Negro Enrique anotaron los otros dos tantos en el segundo tiempo y certificaron de esa forma la conquista del título internacional que faltaba en las vitrinas del Monumental (y que en la Argentina poseen además Independiente, Estudiantes, Argentinos y Vélez) y el único que logró Carlos Griguol en su opaco paso por River.
