Lejos de lo que se esperaba cuando se confirmó el regreso de Lucas Martínez Quarta, la dupla entre el Chino y Germán Pezzella no logra adaptarse al ritmo del fútbol argentino. A destiempo, con imprecisiones y distracciones, los centrales del Millonario volvieron a quedar expuestos frente a Rosario Central.
Si bien ambos han demostrado ser jugadores de Selección en el pasado, todavía les cuesta acomodarse a la intensidad y el roce físico que caracteriza a la Liga Profesional. Un ritmo frenético que los deja demasiado expuestos semana a semana.

Martínez Quarta perdió la marca en el empate de Central.
El déficit de Pezzella y Martínez Quarta
Para entender el gran déficit de la dupla central alcanza con repasar el segundo gol de Rosario Central y la chance que Enzo Copetti desperdició en el final del partido: dos jugadas calcadas donde los defensores salieron a achicar sin respuestas efectivas.

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Al igual que en la jugada del primer gol, cuando filtran la pelota para Copetti, los defensores del Millonario quedaron mal parados. Desorientados, siguiendo la pelota y no la marca, con el cuerpo orientado hacia adelante y sin capacidad de reacción para girar rápido y cortar el avance rival.
Fallos en el juego aéreo y una postura que no ayuda
La reacción de los centrales, además, se ve acompañada por una postura derrotista. Superados por la situación y conscientes de sus errores, ambos se quedan mirando la jugada sin siquiera intentar reponerse y recuperar la pelota. Mostraron serias complicaciones a sus espaldas, cuando hay mucho campo por recorrer.
Otra falencia que sumaron a su juego, paradójicamente uno de sus grandes fuertes a lo largo de su carrera, es el juego aéreo. Al igual que con la pelota en movimiento, los dos centrales reaccionan tarde y permitieron que Central ganara en cada envío al área de River.

Pezzella está muy lejos de su máximo nivel. Foto: Prensa River.
¿Qué debe hacer River para cambiar la situación?
Aunque suene insólito pensarlo, River necesita volver a las bases. Dejar de achicar líneas y de apostar constantemente al offside para quedar siempre de frente al juego. Que Pezzella y Martínez Quarta recuperen confianza con un planteo más simple.
En el mano a mano muestran su verdadera valía, ahí es donde son difíciles de superar. Por eso, deben olvidarse de los laureles, bañarse de humildad y adaptarse al fútbol al que volvieron. Solo así podrán demostrar de qué están hechos.