El 14 de mayo de 2015 marcó un antes y un después en la historia del Superclásico. Lo sucedido en aquel partido de revancha en La Bombonera entre River y Boca, por los octavos de final de la Copa Libertadores, trascendió cualquier límite del folclore. “Fue un atentado“, sentenció tajantemente Rodolfo D’Onofrio, 10 años después.
El Millonario había ganado 1-0 en la ida en el Monumental. Ya en la vuelta, y con el encuentro parcialmente 0-0, cuando el plantel de River salía al campo de juego para disputar el segundo tiempo, varios futbolistas fueron atacados de forma adrede con gas pimienta. Una de las imágenes que hoy se recuerdan de ese momento es la del ex presidente del Más Grande en el campo de juego. “Fui a defender a mis jugadores“, sostuvo Rodo.
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En una entrevista con Diario Clarín, D’Onofrio relató cómo se fueron dando los hechos aquella noche y en el post. “Notamos que había mucha agresividad cunado llegamos a la cancha, había carteles como de guerra, que decían: ‘De acá no salen vivos'”, comenzó recordando sobre los augurios que ya sentía antes de que la pelota empiece a rodar. Hasta que se produjo el lamentable hecho.
“Está por empezar el segundo tiempo y veo que pasa algo en la manga. Lo confirmo al ver la televisión. Me empiezo a preocupar porque no sabía lo que estaba ocurriendo y no tenía sonido en la tele. Yo tenía el celular y veo que me escribe uno de los oculistas más importantes de Argentina, Roberto Zaldívar: ‘Ojo que pueden tener una lesión mediana o grave los jugadores con el gas pimienta que les tiraron'”, contó el dirigente.
D’Onofrio, sobre su salto al campo de juego
“Mi reacción inesperada e imprevista fue irme abajo a ver cómo estaban los jugadores. Yo bajé y era todo ácido y me metí en la cancha porque fu a cuidar a los jugadores, que podían ser mis hijos por edad”, expresó. D’Onofrio catalogó de “disparate” lo ocurrido y aseguró que “hasta podrían haber prendido fuego la manga“. A su vez, reveló que “los jugadores tenían quemaduras y la camiseta con agujeros” y contó qué le dijo a Darío Herrera, árbitro del partido: “‘Señor, lo hago responsable de la salud de los jugadores’. No dije otra cosa, todo lo que salió es mentira”.
El presidente más ganador de la historia de River afirmó que “ante un acto de este tipo se justifica que un presidente o quién sea vaya a defender a su grupo porque fue algo que podría haber terminado mucho peor” y sentenció: “Fue un atentado, porque un cosa es que les tiren dos o tres cositas, y otra cosa es que rompan una manga y por esa manga hagan lo que hicieron”. “Que no te quepa duda: volvería a hacerlo”, dejó en claro, sobre el hecho de haber entrado al campo de juego.
Qué pasó después: el viaje a Paraguay y la clasificación de River
“Estaba apareciendo la versión de que era todo un invento. Yo me comí muchos años como hincha donde los dirigentes de Boca, más rápido que los de River, hicieron actos o cosas en forma pícara o inteligente que terminaron favoreciendo a ellos y perjudicándonos a nosotros, que no nos defendían como correspondía“, se sinceró D’Onofrio, sobre lo que sentía por esas horas. Por eso, actuó: “Hablé con los médicos y ya con los diagnósticos y los estudios hechos hablamos con Ignacio Villarroel (hoy Vicepresidente) y Gonzalo Mayo, abogados del club, que fueran a Paraguay para presentar la documentación”. “Y nada más, porque no podíamos alegar nada ya que no nos correspondía”, dejó en claro.
“Después vino la decisión de la Conmebol pero River ya no tuvo más participación”, siguió, sobre cómo fue madurando la resolución final de la suspensión del partido y la clasificación por decreto al Millonario. D’Onofrio confesó que “me reía cunado hablaban de escritorio” y reiteró que “mi intención fue defender a mis jugadores y lo volvería a hacer, jamás entraría por otra cosa“. “El gas pimienta me marcó como presidente”, cerró.
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