Sergio Berti se convirtió en un jugador emblemático para el River de los años noventa, siendo una pieza clave en el funcionamiento del equipo ocupando la posición de volante izquierdo en múltiples títulos obtenidos. Tuvo tres ciclos en Núñez y pudo haber regresado para una cuarta etapa, pero decidió negarse por una razón particular.
Nacido futbolísticamente en la vereda de enfrente, llegó al Más Grande en 1990 para jugar dos años, en los cuales disputó 51 partidos y marcó 14 goles. Tras un paso por el Parma de Italia, volvió en 1993 para otras dos temporadas, sumando 55 encuentros y 16 tantos. Al volver del Zaragoza de España en 1996, se quedó hasta 1999, teniendo 63 presencias y 9 gritos en este período.
Durante una charla con Nicolás Distasio para La Página Millonaria, la Bruja recordó cómo se fue: “Era como todo la culpa mía en esa época. Muchos problemas, me vinieron a buscar de América de México, hablé en su momento con Mario Israel, resigno la deuda y no quería más problemas”. También reconoció que se arrepintió: “Tenía para jugar por lo menos hasta el 2002 o 2003, tranquilamente”.
¿Por qué Berti no volvió a River para un cuarto ciclo?
A continuación, se le consultó si hubo posibilidades de una cuarta etapa en el club y afirmó: “Sí, me lo propusieron en el 2000 o 2001”. Luego, dio los motivos de su respuesta negativa: “Dije que no porque yo ya me había ido y la gente tenía un recuerdo mío de mi paso. El andarivel, el volante, el carrilero, ese ida y vuelta, y yo ya no estaba para hacer eso”.
“Entonces les digo ‘es ir para arruinar o no dejar la imagen que dejé, es tirar todo a la basura’ o te puede salir bien. Y digo, ‘ya está, no, no’. Prefiero que la gente me recuerde por lo que hice en esos años“, relató Berti, manifestando una intención clara de no borrar de la memoria de los hinchas todo lo bueno que había hecho en sus ciclos pasados.
“Podría haber vuelto a ser un volante, ahí al lado del cinco, lanzador, ir para adelante, pero no en el ida y vuelta. Lo que recuerda la gente de mí es eso. Futbolísticamente me recordarán por eso”, cerró. Después de irse a México, pasó por el fútbol árabe y en 2001 volvió a la Argentina, pero jugó en Huracán. Finalmente, cerró su enorme trayectoria en Barcelona de Guayaquil en 2002.
