El 9 de diciembre de 2018 ya es tatuaje y quedará para siempre en la memoria del hincha de River por haberle ganado la final al rival de toda la vida en el Estadio Santiago Bernabéu. Uno de los jugadores que levantó la Copa Libertadores en la ceremonia de premiación fue Jonatan Maidana, quien se consagró como un guardián en la defensa y años después recuerda ese partido.
La Conmebol decidió quitarle la localía al Millonario en ese entonces por los incidentes ocurridos fuera del estadio con el micro del otro finalista y la definición se trasladó a Madrid. “Al estar metido adentro y ser protagonista, uno está en otra sintonía. Pensás en otras cosas, entrenás. El hincha sí seguro se comía las uñas porque no sabés como descargar, nosotros al estar entrenando capaz se hacía un poco más llevadero“, declaró.
Opinó sobre la suspensión de la vuelta y confesó sus sensaciones: “A pesar del partido suspendido y la incertidumbre, lo tomamos con naturalidad de verdad. Nos ayudó mucho el buen clima y buena competencia que había internamente. Sabíamos que teníamos un plantel competitivo. ¿Miedo? No, uno capaz siente adrenalina y un poquito de temor para que no te relajes, pero es ese miedo lindo de decir ‘uh se viene este partido’. Eso ayuda. Pensándolo ahora no sé si saldría a jugar ese partido jajaja. Son partidos que te marcan y te lo van a recordar toda la vida”.
Cómo se sintió ir en desventaja al entretiempo en Madrid
Aquella final comenzó con desventaja para River, pero había tiempo para darlo vuelta. “El gol de Benedetto fue un balde de agua fría, estábamos un poco imprecisos y nerviosos. El gol dolió, pero no nos volvió locos. Intentamos sobreponernos en la cancha y en el entretiempo, más fríos, lo pudimos corregir”, señaló al hablar de lo ocurrido durante los primeros 45 minutos.
¿Qué se dijeron en el vestuario?
Maidana reveló qué pasó en el vestuario durante el entretiempo: “Primero entramos, tranquilidad, bajar la ansiedad, el equipo estaba mentalmente fuerte y se notaba un ambiente tranquilo. Gritos de aliento, ‘tranquilos no pasa nada, dale que esto se revierte’. No sé si éramos más que Boca, sabíamos que éramos un gran equipo y confiábamos a pleno en nosotros. Pasó por ahí la clave”.
¿Y en el gol del Pity Martínez?
“Esa corrida… mejor no pudo haber salido. Cuando el Pity empieza a correr todos estábamos empujándolo y soplándolo. ‘Dale que llegás’, decía adentro mío. Atrás de Pinola íbamos todo, todo el plantel corriéndolo, los hinchas, todos los que quieren lo mejor para River íbamos atrás de él. El gol fue una liberación terrible de alegría“, recordó.