A Nicolás Ramírez lo salvó el VAR: el flojo y localista arbitraje del Superclásico que ganó River

“Que la noticia no tape la historia“, es una frase que, en otro contexto, utilizaba Marcelo Gallardo. La gran victoria de River en el Superclásico no puede tapar lo que fue una floja tarde desde lo arbitral. A Nicolás Ramírez lo salvó el VAR, porque la anulación del que hubiese sido el empate de Boca le dio justicia a un partido que tuvo la cancha inclinada desde el comienzo.

En su primer Superclásico, Ramírez no quiso correrse de su propia línea para dirigir. Llevar el encuentro a rienda corta y no dejarse sobrepasar por los futbolistas, ni siquiera por figuras de renombre. Con esa intención, amonestó a Federico Gattoni ¡a los ocho segundos! El problema fue que durante los 90 minutos hubo una clara diferencia de criterios.

En un primer tiempo donde el partido se jugó como quiso River, hubo mucha pierna fuerte y faltas duras. Del Millonario para evitar la progresión en campo del rival. Del Xeneize, entre impotencia y llegar siempre tarde a las triangulaciones del equipo del Muñeco. En ese sentido, Ramírez amonestó también a Santiago Simón y a Facundo Colidio, pero del otro lado solo a Miguel Merentiel.

Con la misma vara con la que Gattoni recibió la tarjeta amarilla la tendría que haber visto también Marcos Rojo (quien acostumbra a jugar con un reglamento aparte) en el comienzo, y por una acción aún más dura. Posteriormente, Luis Advíncula por una durísima entrada a Enzo Díaz y nuevamente Rojo por un rodillazo a Colidio.

Esta sumatoria de acciones llevó a varios jugadores de River a hablar con el juez apenas finalizados los primeros 45 minutos, y también a Gallardo, quien lo invitó a charlar más tranquilos en el vestuario. “Hubo condicionantes”, dijo el Muñeco luego, en conferencia de prensa.

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El VAR salvó a Nicolás Ramírez anulando correctamente el gol de Boca

En el segundo tiempo se pegó menos, y el árbitro estuvo menos propenso a la sanción con mano dura. Pero cuando su actuación comenzaba a quedar en segundo plano, llegó un gol agónico de Boca pero por intermedio de una clara mano de Milton Giménez que evidentemente ni él ni el asistente vieron. Para su redención, desde la cabina de Ezeiza lo llamaron para que vaya a verla, y después de una inexplicable larga revisión, anuló el tanto.

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Lo del zaguero de Boca es una caso aparte, pero tuvo siempre el aval arbitral para pegar. En esa acción del primer tiempo en la que le metió un rodillazo artero en la nuca a Colidio, Ramírez cobró foul, de manera tal que sí vio acción, pero eligió no amonestar, aún yendo en contra del criterio que él mismo quiso imponer, al menos para River…

La amonestación a Rojo llegó recién en el complemento, por un patadón a Lanzini. El ex Estudiantes no solo pegó, sino que luego toreó al juez por amonestarlo. No conforme con eso, minutos después escupió a Colidio, con quien tuvo un duelo personal (con la pelota lo perdió siempre). Nadie de la terna lo vio, o decidieron pasarlo por alto. El reglamento es claro: es conducta deportiva y hay antecedentes de sobra de roja directa en esos casos.

Pero la lista sigue. Porque a los 22 minutos del segundo tiempo, antes de ser reemplazado, fue a disputar una pelota contra la raya nuevamente con Colidio, y cuando ya se había cobrado lateral, otra vez lo embistió de atrás metiéndole un golpe con el antebrazo. El partido de Rojo tuvo cinco acciones que de mínima eran todas para amonestación, pero una vez más se fue impune del campo, apenas con una tarjeta amarilla. Ramírez, responsable. El VAR, cómplice.

Con una clara diferencia de criterios, todos los amonestados por Nicolás Ramírez en el Superclásico

El árbitro cobró 32 faltas en total durante el partido. 17 de ellas fueron de Boca, 15 de River. Así y todo, las amonestaciones fueron seis para el Millonario, y solo cuatro para el Xeneize (una de ellas fue para Giménez en tiempo cumplido por la mano y la eufórica protesta tras el gol anulado), o cinco, si se cuenta la doble a Cristian Lema). Más allá de las infracciones, otro aspecto a destacar fue que se incumplió la nueva normativa de la Zona de Capitanes. Influenciado o no, Edinson Cavani le habló durante toda la tarde a Ramírez, quien la dejó pasar.

Los amonestados del Superclásico: