Futbolísticamente el correr de todo el 2025 ha provocado varios dolores de cabeza para River, y ha sido muy difícil para Marcelo Gallardo encontrar una identidad dentro de la cancha, o varias individualidades en rendimiento alto para encontrar sociedades confiables en el equipo. Sin embargo en las últimas semanas y pese a una racha adversa de resultados exceptuando la Copa Argentina, apareció una dupla que fue confiable de principio a fin.

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Se trata de Lucas Martínez Quarta y de Lautaro Rivero, en un sector de la cancha donde River desde hace mucho tiempo no suele encontrar regularidad y constancia en conjunto como pareja de marcadores centrales. Ambos se mostraron cómodos uno con el otro y brindaron seguridad sobre todo en los duelos individuales y el juego aéreo frontal, aspectos donde se veían gran parte de los problemas defensivos.
La actualidad de Rivero habla por sí sola, con una evolución permanente que parece no tener techo y que ya captó la atención de Lionel Scaloni a tal punto que en estos momentos se encuentra entrenando con la Selección Argentina. Por perfil zurdo que es un bien muy preciado para un central en estos tiempos. Por carácter y personalidad brutal pese a sus 21 años en el DNI. Porque, más allá de su presencia, se muestra como un tiempista nato para los cruces y con una bravura total en cada cara a cara con el atacante rival. Y, porque si bien no es su principal fuerte, se defiende bastante bien con la pelota en los pies para el primer pase desde atrás.
Gallardo ha destacado más de una vez que el paso de Rivero a préstamo por Central Córdoba fue muy sobresaliente como para justificar plenamente la repesca tempranera antes de la finalización formal de la cesión, y el DT tampoco dudó en el análisis del día a día en cada entrenamiento de tirarlo a la cancha como titular en un momento decisivo del semestre y dejando en el banco a un apellido pesado como lo es el de Paulo Díaz, quien más allá de algún problema físico ya venía con rendimientos bastante irregulares.
Y Rivero le respondió la confianza desde el primer partido como titular, que fue ante Independiente en Avellaneda y donde estuvo entre los más destacados del partido. A partir de allí, cada vez que entró rindió en muy buen nivel y con regularidad más allá de alguna distracción propia de su edad y su falta de experiencia con la que convive cualquier juvenil.
La serie frente a Palmeiras, clave para Lucas Martínez Quarta
En lo que respecta a la buena actualidad del Chino, unos días antes de la serie de cuartos de final de la Libertadores frente a Palmeiras había sufrido una inocente expulsión en La Plata que enojó mucho a los hinchas y que parecía que iba a dejarlo relegado en la consideración para todo lo importante que se venía. Y de hecho el DT decidió que no sea titular en el partido de ida ante los brasileños en el Monumental.
Pero su ingreso esa misma noche en el segundo tiempo cambió absolutamente toda su perspectiva, donde más allá del gol que hizo y que sirvió para darle algo de esperanza a River pensando en la vuelta, en ese segundo tiempo controló muy bien el ataque de Palmeiras y contagió buena energía desde atrás para emparejar un tr;amite que venía complicado.

A partir de allí todo fue en levantada, con una muy buena presentación en Brasil en el partido de vuelta, sumado a una gran actuación frente a Racing en Rosario y también siendo uno de los más destacados del equipo en la derrota del pasado domingo frente a Central. Se nota que recuperó confianza en el juego y que está más concentrado luego de tiempos en los que falló bastante en decisiones que costaron caro en partidos importantes, y seguramente la presencia de Rivero también le brindó la seguridad para elevar su nivel.
En definitiva y pensando en lo que viene, es el momento ideal para seguir dándole rodaje juntos de cara a lo decisivo que se viene en la recta final del año. Ante la falta de fútbol a nivel general es imperioso que River pueda encontrar seguridad y robustez cuanto menos en la columna vertebral, y todo gran equipo empieza a forjarse en ese triángulo entre el arquero y los marcadores centrales. Ojalá sigan en este camino de evolución y que a fines de diciembre podamos hablar de una dupla consolidada para afrontar también todo el 2026.





