Final escandaloso en el primer partido de la Selección Argentina en los Juegos Olímpicos de Paris 2024. Cristian Medina anotó el empate agónico en el último minuto de descuento y el partido no pudo terminarse por la invasión al campo de juego de los hinchas de Marruecos. Arrojaron botellas, vasos y hasta una bomba de estruendo que obligó a los jugadores argentinos a volver al vestuario.
En medio de la confusión sobre si en el gol existía un offside de Bruno Amione o no, el juez Glenn Nyberg terminó convalidando el tanto pero Marruecos jamás reanudó desde el centro del campo de juego a raíz de los disturbios. Los hinchas marroquíes se fueron enardecidos del estadio, haciendo gestos e invitando a pelear al resto.
Según informó el periodista Gastón Edul, hasta las 12.45 los jugadores de Argentina estaban dentro del vestuario esperando por la confirmación de que el partido finalizó. “Nadie les dice nada”, informó. En la web oficial de los Juegos Olímpicos, el encuentro aparece como “interrumpido” y no como “finalizado” o “terminado”.
A las 12.52, el sitio oficial de los JJOO anunció el partido como finalizado, aunque eso no fue definitivo. Transcurrida una hora desde ese suceso, el VAR y al transmisión oficial confirmaron que en el gol de Medina hubo un offside previo de Bruno Amione. Sí, los jugadores volvieron al campo de juego a hacer la entrada en calor para jugar los minutos finales. Inédito.
No hay explicación alguna de por qué durante una hora nadie del cuerpo árbitral y o de la organización no comunicaron que la jugada se estaba revisando a la espera de saber si el partido se reanudaría o no. Durante ese tiempo, los jugadores argentinos permanecieron en el vestuario a la espera de una voz oficial.
Con el estadio completamente vacío, los jugadores volvieron al campo de juego junto con el árbitro, quien tenía que revisar en el VAR la jugada del offside de Amione. Al chequear las imágenes una hora y veinte minutos después, el gol se anuló y el partido debió reanudarse. Jamás visto.
Se jugaron solo tres minutos, la Albiceleste no pudo volver a marcar y Marruecos terminó festejando. Bochornoso proceder de las autoridades de los Juegos Olímpicos y del cuerpo árbitral, que ya durante el partido había tenido una pésima actuación.