Así es Miguel Borja. Podés pasar de quererlo a odiarlo o viceversa de un minuto a otro. A los 33 minutos del segundo tiempo, el Colibrí, con un derechazo furibundo, puso el 1-0 de River ante Lanús para abrir un partido que se había presentado demasiado complicado. Solo seis minutos después, erró insólitamente un penal.
Facundo Tello fue al VAR y sancionó la pena máxima tras el foul de Agustín Medina sobre Galoppo. Cachete Montiel, un experto, no se acercó a pedirle la pelota a colombiano, el que sí quiso patear fue el propio Galoppo, pero Borja no quiso saber nada y agarró la pelota desde el momento en el que el volante cayó al piso.
En su afán por asegurarla, Borja le dio muy abajo a la pelota y el balón se fue por encima del arco, a la altura del medio. Losada se había quedado quieto y podría haberlo atajado en caso de que la pelota hubiese ido entre los tres palos. River terminó sufriendo, con un Armani descomunal salvando al equipo en los últimos minutos, por la mala decisión de Borja en la ejecución.