Si bien en la previa se podía imaginar un partido como el que se terminó dando (friccionado y luchado), River tuvo una tarde en la que sus generadores de juego no estuvieron finos. Aunque Gallardo destacó el trabajo de Meza y Aliendro, los dos volantes no lograron asociarse con Mastantuono, y eso se notó.
A raíz de estos problemas para manejar la pelota y construir juego, River terminó recurriendo constantemente a los envíos por las bandas. Sin demasiadas variantes, la mayoría de estas jugadas derivaron en centros al área de Riestra. Sin embargo, ninguno de los 28 intentos logró generar verdadero peligro.
A Rivr le faltó creatividad. (Getty)
River va por arriba pero no conecta
El equipo volvió a mostrar que lastimar mediante el juego aéreo en ataque es una cuenta pendiente. De los 28 centros que lanzó desde ambos costados durante los 90 minutos en el Bajo Flores, el Millonario solo conectó cinco cabezazos en el área rival. Y de esos, apenas uno tuvo chances reales de abrir el marcador.
ver también
Marcelo Gallardo fue optimista pese al empate de River con Riestra: “Sigo viendo cosas buenas”
Fue tras un envío desde la izquierda que Mastantuono apareció solo por el segundo palo. El juvenil ganó bien de arriba, pero su cabezazo se fue pegado al palo izquierdo de Arce, en la chance más clara que tuvo River por esta vía.
Maxi Meza no pudo generar. (Getty)
La baja efectividad ofensiva de River
A esta falta de precisión en el área hay que sumarle otro dato preocupante: River tuvo el 75% de posesión, remató 17 veces y solo generó dos situaciones claras de gol. La de Mastantuono y el remate de Miguel Borja, que después de eludir al arquero estrelló su disparo en el palo.
