El segundo tiempo estaba recién comenzando y River se había puesto en ventaja nuevamente con un gran gol de Lucas Pratto. Sin embargo, Gimnasia de La Plata no bajaba los brazos y se encontraba dispuesto a ejecutar un córner desde el sector izquierdo.

Fue entonces cuando Javier Pinola, mediante un codazo, agredió a Maximiliano Coronel sin pelota y el árbitro Facundo Tello no dudó: expulsó al defensor y River se quedó con diez futbolistas.

El árbitro interpretó que el tiro de esquina aún no había sido ejecutado y la pelota aún no estaba en movimiento, por lo que el Millo no sufrió un penal en su contra y el partido continuó con la pelota parada mencionada. La realidad es que ambos sucesos fueron prácticamente simultáneos.