Seguir a River por el mundo es sin duda un lujo y un privilegio que solo unos pocos pueden darse. No es fácil, los tiempos y los costos son la principal dificultad, pero la voluntad puede mover montañas.
La sonrisa de Mariano lo dice todo, pudo decir presente en el Mundial de Clubes de Japón, en la final Superclásica en Madrid y ahora en Emiratos Árabes. Pero la razón de ser, incluso más que River mismo, es Alicia, su mamá.
“Es más fanatica que yo”, dice Mariano a La Página Millonaria. “Apenas River hizo el tercero contra Boca, y me dijo ‘saquemos el pasaje’”. Y Alicia no lo niega, ella admite su lícita por La Banda.
Una herencia única, de una madre hacia un hijo, de Buenos Aires a Emiratos Árabes con escala en Japón tres años y en Madrid hace pocos días. ¡Aguante River y su gente!