Enzo Pérez volvió a Argentina para cumplir su sueño de vestir la camiseta de River. Sí, esa casaca a la que tanto amor le tuvo (y le tiene) desde chiquito y por la cual resignó un contrato abundante en Europa sólo por darse el gusto de pertenecer a su lugar en el mundo.
Y tras la obtención de la Copa Libertadores ante Boca, en el estadio Santiago Bernabéu, el mendocino fue reconocido en su pueblo natal. Maipú, provincia de Mendoza, lo esperó con los brazos abiertos y varios hinchas de River le confeccionaron una bandera en agradecimiento a lo realizado para alcanzar la gloria de América.
“Eternamente gracias”, dice la bandera de los pibes de Maipú (creadores del trapo que, ahora, Enzo Pérez atesorará entre sus recuerdos más gratos).