(Inclue video) Boyé, el pibe que sumó su segundo partido en Primera División y el primero en un torneo local, habló en exclusiva con La Página Millonaria de las sensaciones de vestir el manto sagrado en la máxima categoría, analizó el partido con Gimnasia y se ilusionó con seguir siendo protagonista de la mano de Gallardo.

– Debutaste en la Primera de River. ¿Qué sentís?

Felicidad, no me queda otra palabra en este momento. Tratando de disfrutar todo porque se trabajó mucho para llegar a este momento.

– ¿Qué te dijeron Gallardo, Barovero y Ponzio antes del partido con Gimnasia?

Como contra Ferro, nos dieron mucha confianza y tranquilidad, que no nos sintamos responsables de nada, que juguemos con total soltura.

– ¿Jugar con Driussi fue un condimento especial?

Fue muy lindo que nos pase juntos. Somos jóvenes, esto recién empieza y esperemos que sea algo largo.

– Gallardo dijo que costó contra Gimnasia por la presión. ¿Qué análisis haces vos?

Fue muy aguerrido, los centrales eran difíciles, jugadores experimentados que se hacían sentir y se notó que era trabado. No nos llegó limpia la pelota, pero con el correr de los partidos el juego va a ir mejorando.

– ¿Lograron entenderse con Driussi y Pisculichi?

No tuvimos tanta posibilidad de entendernos, no tuvimos el control de la pelota, fue muy duro. Esperemos seguir trabajando para que esto mejore con el correr de los partidos.

– Se notó una mejora en el complemento. ¿Lo viste así?

En el segundo tiempo mejoramos, pudimos tener más la pelota, fuimos más cortos y tuvimos el control del partido.

– ¿Cómo vivís la competencia, teniendo en cuenta que hay jugadores experimentados como Mora y Teo Gutiérrez?

Con mucha tranquilidad y paciencia. Las cosas si tienen que llegar van a llegar. Espero seguir sumando minutos y esperemos aprender muchos.

– Se fueron muchos jugadores del último campeón. ¿Se va a sentir?

Somos River y siempre se exige. Pero por algo estamos acá y lo tenemos que hacer de la mejor manera. Todos se sienten importantes y trabajamos para que no se sienta la ausencia de los que se fueron.