Pezzella explicó que el cariño que siente por el Millonario y las competencias por delante obligan a pensar muy bien cada propuesta antes de elegir emigrar. También contó qué se siente entrenar junto a Aimar, un ídolo de su infancia.

El mercado de pases todavía no arrojó una oferta lo suficientemente buena como para sacar a un jugador del plantel de River. Pero la incertidumbre siempre está, y uno de los sondeados fue Germán Pezzella, tras su excelente segundo semestre de 2014.

Sin embargo, el defensor tiene claro que, para dejar River, deberá llegar una propuesta imposible de rechazar: “Cuando llega alguna propuesta uno trata de valorar dónde estamos, porque quizás el día de mañana extrañamos esta camiseta. Tiene que ser una oferta muy buena para renunciar a lo que nos jugamos este semestre”.

“Uno siempre quiere crecer y más dentro de este club por lo grande que es. Pero a lo largo de este tiempo me ha tocado alternar. Si me toca seguir haciéndolo no va a ser la excepción de lucharlo. Y si surge alguna posibilidad, hay que poner en la balanza muchas cosas. Tiene que ser muy buena por lo que representa River, las cosas que tenemos que jugar por delante. Pero eso todavía está lejos”, agregó.

En diálogo con Sportia, por TyC Sports, remarcó que la competencia por un lugar en la zaga central será permanente. “Los centrales venimos siendo los mismos hace varios torneos, cada uno trabaja para ganarse su lugar, estamos todos apoyándonos y será Gallardo quien decida. Las oportunidades las vamos a tener”, indicó.

“Es una ventaja que estemos trabajando hace un tiempo, hemos logrado cosas el año pasado, pero ha llegado Pablo, que viene para sumar y para nosotros es un referente y que todos teníamos como ídolo. Es impresionante, yo era chico y lo veía jugar… ahora compartir un plantel con él es algo lindo”, señaló.

Por último, habló del gran objetivo de River para este año: ser campeón de América luego de 19 años. “Todos pedimos el mismo deseo, pero son varias competencias las que tenemos”, avisó.

+ Video: El gol de Pezzella a Boca.