A casi cuatro años de su despedida del Millonario, Gallardo aseguró que su deseo era retirarse jugando en el club que lo vio formarse como jugador. Auguró por un buen futuro del Más Grande y contó con qué jugadores se sintió mejor en el campo de juego.

Ángel Cappa decidió que Marcelo Gallardo no sea titular en su equipo. Desde allí, el Muñeco decidió finalizar su carrera en Nacional de Uruguay, aunque antes tendría un homenaje y partido despedida. Ese día, frente a Tigre, uno de los peores técnicos de la historia del club no lo puso, argumentando que la cruda derrota ante los de Victoria no ameritaba su presencia.

Así, el pibe que surgió en la cantera y ganó seis títulos nacionales y dos internacionales, se fue de su casa por la puerta de atrás. Daniel Passarella, presidente de turno, así lo permitió. Hoy, a casi cuatro años de aquél nostálgico final, el exenganche aseguró: “Algunas cosas se presentan de alguna manera que uno no las tiene en cuenta. En su momento tenía el deseo de terminar mi carrera en el lugar donde la había iniciado, de terminar en ese lugar de identidad que tiene uno, pero no siempre se da así por motivos personales o por terceros”.

Y continuando con el tema, agregó: “Hablo de lo que me pasó a mí y de lo que yo sentí. Siempre que pude y que quise me di el gusto de volver a River. Después de cómo se cerró, es otra cosa que no dependía de mí. El sentido de pertenencia existió y existe”.

Por otra parte, en diálogo con Vorterix, el Muñeco fue consultado por cómo vivió el descenso del Millonario: “Quiero mirar hacia adelante, no quiero hablar de lo que pasó. Hay que aprender de los errores e imagino que los dirigentes no volverían a cometer las falencias groseras que ya se cometieron”, contestó.

En la actualidad, los jugadores juegan pocas temporadas y se marchan al exterior. El exconductor de La Banda jugó seis años y dio varias vueltas para partir rumbo a Europa. Sobre ello, explicó: “No nos queríamos ir de River porque la pasábamos bien. Teníamos un equipo que salía a divertirse y a ganar. A los 20 años no me quería ir porque todo lo que vivía era bueno, ganábamos campeonatos y existía un sentido de pertenencia. Hoy no pasa eso, cuando los jugadores se encuentran ante una situación en contra, donde hay crisis institucionales buscan la salida”.

Referencial a los jugadores con los que mejor se entendió en el campo de juego, se sinceró: “Necesitaba de jugadores que terminen las jugadas y con los cuales pueda coincidir futbolísticamente. Con Ortega, Crespo, Francescoli, Salas y Trezeguet fueron con los mejores que me llevé”.

Finalmente, a una semana y media del Superclásico, el Muñeco expresó: “Los partidos con Boca son diferentes. La gente te lo hace vivir de una manera especial que uno mama desde los 12 años. Cuando crecés así, imaginate que al estar en Primera la competencia es mucho más pasional”, cerró.

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