Sánchez contó que el referente de Boca le pedía al árbitro que pare el partido, pero que el juez decidió que continúe de todas maneras. Reconoció que no fue penal el del volante rival, pero se quejó porque el arbitraje fue malo en general: “Erbes jugó gratis”, tiró.
Todos los ojos apuntaron contra Mauro Vigliano. El árbitro cobró un penal inexistente en favor de River e, inmediatamente, todos los hinchas de Boca tenían la excusa necesaria para justificar el resultado final. Sin embargo, pese a que el fallo más grave benefició a La Banda, el juez se equivocó de manera constante para ambos lados.
Precisamente de ello habló Carlos Sánchez: “Entre Gago y Orion le manejaban el partido a Vigliano. Con el error que tuvo después quiso recompensar y eso da bronca. Si te equivocaste no tenés que hacérselo pagar al rival. Soplabas a uno de Boca y cobraba. Erbes jugó gratis”.
Y continuó: “En ningún momento existió el mensaje para suspender. No dependía de nosotros. Gago le decía que era imposible de jugar y nosotros se lo ratificábamos”.
El uruguayo reconoció que desde antes de salir a la cancha ellos sabían que el juego sería imposible: “Barovero nos dijo cómo estaba la cancha. Toda la semana trabajás una idea y la tenés que cambiar el mismo día del partido porque no la podés implementar. Había mucha agua, pero tuvimos que jugar como se debía: levantarla y seguir, siempre a pelota dividida”.
Por otra parte, entre risas, el volante habló del ingreso de Pezzella: “No teníamos tanta gente con altura. Sorprendió el Muñeco poniéndolo de 9. Cuando lo vi dije ‘está loco’, pero leyó bien el partido, puso a un corpulento arriba y llegó el gol”.
Finalmente, sobre su actuación individual en el Superclásico, concluyó: “No tuve juego como para decir anduve bien o mal. Quise tener movilidad, pero era escasa. Cuando ibas la pelota volvía y viceversa. Era un ping pong, no se podía jugar. Le puse ganas, eso no faltó, pero era imposible”.