River se encontró en desventaja en una contra, lo buscó todo el segundo tiempo y conquistó el empate gracias a una pirueta de Sánchez. La fortuna no fue de la mano con el Millonario y el elenco de Gallardo terminó igualando 1 a1 ante Tigres en el Monumental. Dos partidos jugados, un punto en la Copa Libertadores.

Había que ganar, no entraba otro resultado en la cabeza del hincha de River. Una multitud acompañó al elenco de Marcelo Gallardo en su primer partido en condición de local en la Copa Libertadores, algo que no pasaba desde el 30 de abril de 2009.

El campo de juego no se encontraba en buen estado, pero fue el local quien tomó el protagonismo del cotejo y generó las primeras situaciones de peligro de la mano de sus jugadores más ofensivos.

Sin embargo y en una contra que no se llegó a cortar, Joffre Guerrón ponía en ventaja a Tigres a los 40 minutos del primer tiempo. Un premio inmerecido para la visita, un dolor de cabeza para todo Núñez. Y así se despidió River del primer tiempo, así se fue al vestuario con los nervios que bajaban de la popular.

A los pocos minutos del complemento, Chiarini lesionó sin intención a Funes Mori y en su lugar ingresó Balanta. El Negro levantó al equipo, la gente apoyó más que nunca y llegó la conquista más deseada: Sánchez, con una pirueta espectacular, le entregaba la igualdad al Más Grande.

Después del tanto, el local fue a matar o morir, lo buscó desde todos los ángulos, pero el destino hoy no estaba del lado de River.

Y el partido terminó en empate, finalizó entregándole un punto de oro a Tigres y dejó un sabor a poco en Núñez. El Millonario sólo sumó una unidad en sus dos primeros partidos disputados en la Copa Libertadores y ahora visita al Juan Aurich de Perú.

¡Vamos todos unidos, vamos no nos quedemos!