(Mendoza – Enviado especial) Tan sólo 10 minutos demoró el plantel desde su salida del estadio Malvinas Argentinas hasta la llegada al hotel, donde 100 hinchas lo recibieron con más aliento que insultos luego de la goleada sufrida en el Superclásico.

Las luces del micro estuvieron completamente apagadas. El silencio copó la escena, lógicamente. Los 19 jugadores retornaron en tiempo récord al búnker situado sobre la avenida Belgrano. La Página Millonaria acompañó el recorrido del vehículo, después de una caída tan dolorosa como inesperada en el epílogo de los certámenes de verano para River.

Con un amplio operativo de seguridad, sin mayores obstáculos que haber subido por error a una vereda -hasta eso salió mal-, la vuelta fue veloz. Muy veloz. Lo suficiente como para que las arengas ocasiones en cada calle mendocina ni siquiera sirvieran de estímulo. A las 0.45, el ómnibus se retiró del Mundialista. Cuando los relojes señalaban las 0.55, la entrada al hotel fue rápida, dejando en evidencia las cabezas gachas.

Alrededor de 100 simpatizantes, con camisetas y algunas banderas, custodiados por más de 20 policías, recibieron al plantel. ¿De qué manera? A través de arengas individuales e indiferencia en casos puntuales. Quienes expresaron su fastidio le pidieron refuerzos a Rodolfo D’Onofrio. ¿El más enojado? Apuntó a Teófilo Gutiérrez, mencionándole los famosos verdes requeridos por el delantero colombiano.

Mientras tanto, Marcelo Gallardo piensa en dar vuelta la página enseguida. El técnico considera que la Recopa frente a San Lorenzo es ideal para revertir el cachetazo de anoche. Por lo pronto, hoy el plantel regresará a Buenos Aires. El vuelo de retorno está previsto para las 9.45. Temprano. Ideal para despertarse y pensar en revertir este papelón lo antes posible.