River vendió demasiados zagueros en los últimos 12 meses y tan sólo tiene a disposición uno de experiencia para afrontar los compromisos inmediatos. Grandes ingresos de dinero, pero falta de reemplazos a tiempo.

Jonatan Maidana se perpetuó en la última línea de River. Es un auténtico baluarte que se ganó la confianza de todos gracias a buen rendimiento, muchísimo trabajo y la cuota indispensable de perseverancia. Sin embargo, necesita un compañero de nivel para la zaga. Esa zona tan delicada del campo, parte clave de una buena columna vertebral futbolística representa una preocupación central durante estas horas.

Desde la salida de Ramiro Funes Mori a Everton más el desempeño flojo e irregular de Eder Álvarez Balanta, Maidana no contó con un socio que brindara garantías durante un lapso prolongado. Emanuel Mammana, uno de los valores surgidos de las Divisiones Inferiores, cumplió varias veces. Pero hace una semana fue transferido al Lyon francés por 8.000.000 de euros, cifra difícil de rechazar.

Como si fuera poco, el colombiano, cuyo nivel exigía cambio de aire inminente, se marchará al Basel, de Suiza, por unos 3.500.000 euros. Entre el Melli, Mammana y Álvarez Balanta, la tesorería del Más Grande recaudará -vale aclarar que los pases implican cuotas- alrededor de 20.500.000 euros. Una auténtica fortuna que se incrementa al incluir a Germán Pezzella, cuyo pase al Betis fue por 2.500.000 de la moneda del Viejo Continente, debido a que River cobró el plus por objetivos.

Aunque no todo se trata de números. Está claro que para la economía del club de Núñez resulta fundamental transferir a quienes formó desde jóvenes. Se trata del ingreso genuino de mayor eficacia para una institución. Dicho eso, es necesario hallar variantes en tiempo y forma para evitar problemas. Luciano Lollo, un zaguero de enormes condiciones técnicas y rendimiento probado, recién estará disponible en la segunda quincena de agosto o los primeros días de septiembre. ¿Leandro Vega? Aún le falta crecer.

Mientras tanto, existe la búsqueda por un zaguero zurdo. El uruguayo Diego Polenta, de Nacional de Montevideo, es el gran deseo. Parece imposible, debido a que el club charrúa de ninguna manera se encuentra dispuesto a negociarlo. ¿Entonces? River debe hallar una solución pronto. No sólo porque el debut de la Copa Argentina será en 12 días -nobleza obliga, sin menospreciar al rival, no se presume como una prueba de fuego-, sino también a la hora de realizar ensayos.

Marcelo Gallardo necesita pulir movimientos. Cada práctica que involucra a la pelota tiene variantes tácticas. Muchas de ellas con la salida desde abajo como mandamiento para construir el circuito a partir de los cimientos. Para que la premisa tenga éxito o, al menos el tiempo requerido, es indispensable que Maidana pueda tener un ladero natural, no Leonardo Ponzio o un chico que realiza sus pasos iniciales. Lollo, quizás, sea el zaguero que lo acompañe a futuro. Pero hasta que se recupere, es necesario tener un central más de experiencia cuanto antes.

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