En exclusiva con La Página Millonaria, Marcelo Barovero analizó el presente del equipo y nos contó la emoción que le genera el cariño de la gente. Además, hablamos de su resignación por la Selección Nacional.

Barovero es un cultor del bajo perfil. Esa tranquilidad que transmite esconde a un tipo que vive constantemente su profesión esperando al próximo partido. No es casualidad que en cada frase en la que habla de fútbol se le escape una palabra que tanto conoce: “Ganar”. Es que este arquero de River, al que el mismísimo Pato Fillol destacó como “el más importante de la historia del club después de Amadeo”, tuvo en sus manos la felicidad de millones de hinchas que hoy le piden que no se vaya.

El reconocimiento de la gente me tendrá eternamente agradecido, por eso quiero devolverles tanto cariño mostrando mi mejor versión

“Más allá de que mi forma de ser me muestre muy tranquilo, no tengo formas de explicar lo que siento por dentro. El reconocimiento de la gente me tendrá eternamente agradecido, por eso quiero devolverles tanto cariño mostrando mi mejor versión”, dijo Trapito, quien no descarta del todo quedarse en River si llega a otra semifinal de la Libertadores.

-Hace poco Fillol nos dijo que pocos lo saben, pero que ustedes se conocen mucho, ¿qué nos podés contar de esta relación?

-El Pato fue el primero que me descubrió, me trajo a los juveniles cuando estaba con Pekerman y Tocalli. Yo apenas había llegado a Rafaela y me dio esa posibilidad. Llegamos con Juan Pablo Carrizo y éramos los dos muy chicos, 14 y 15 años. Estuvimos entrenando y aprendiendo mucho con él casi un año en el predio de AFA. Estoy muy contento por haber tenido en ese momento cerca a un grande del arco y que hoy con el tiempo me toque estar ocupando un arco que él mismo hizo tan grande.

-El mismo Pato Fillol nos dijo “después de Amadeo Carrizo, Barovero es el más grande de la historia del club”, ¿qué te genera este reconocimiento?

-Son muy lindos los halagos, más cuando vienen de personas que conocen el puesto. Es un arco muy importante. Estoy muy feliz de haber formado parte de este equipo, de la historia que estamos construyendo. Después el tiempo dirá, pero más allá de lo que a mí respecta, estoy muy orgulloso de mis compañeros y de todo lo que hemos vivido. Ojalá podamos seguir escribiendo historia.

-¿Sentís que tenés el mismo nivel que en Vélez, pero que River visibiliza todo un poco más, o creciste en esta última etapa?

-Crecer uno siempre crece. Vélez me dio la posibilidad de soñar por cosas grandes. Me abrió la oportunidad de llegar a este club por la experiencia que me tocó vivir ahí, al jugar campeonatos y copas. Volqué todo eso en esta institución. Pero para mí se trata de llegar en el momento exacto. Cuando se forman grupos como el nuestro, todo sobresale mucho más porque conseguimos grandes cosas. Fui creciendo, la forma de jugar es muy parecida a la que tenía en Vélez, pero hoy me siento mucho más aplomado, puedo tomar mejores decisiones, pero sobre todo tener más tranquilidad a la hora de responder.

Selección: “Estoy entre la resignación lógica de haber pasado tantos años en este club y que no se me haya dado la posibilidad de formar parte de lo que uno más desea como jugador”

-Sos una persona con un perfil bajísimo dentro del fútbol, pero imagino que cuando ves un Monumental teñido de verde por tus buzos las emociones se escapan.

-Son cosas que me movilizan mucho por dentro, más allá de esta mentalidad que tengo de encarar cada partido pensando en el resultado final, de ganar, hablando principalmente de ese jueves contra el San Pablo. Pero después, cuando uno tiene un instante de frialdad, de pensar todo lo que se genera, lo que la gente demuestra hacia uno, la verdad es que no tengo forma de explicarlo. No es algo que suceda mucho, por eso respeto tanto a la gente de River, por el apoyo que me da, por su reconocimiento. Estoy eternamente agradecido, creo que la forma de agradecerlo es salir a jugar y que ellos puedan ver mi mejor versión y la del equipo. Que se vayan con una alegría es la única forma que tenemos para agradecer: adentro de la cancha tenemos que dar lo mejor. No hay otro camino que no sea el trabajo, tenemos claro que lo importante siempre es lo que viene y buscaremos que la gente siga disfrutando de este equipo, y que nosotros vayamos por más gloria.

Deseo mucho que lleguemos a esas semifinales. Ojalá tenga ese problema y veremos cómo se resuelve

-La gente habla mucho en torno a tu posible salida del club, ¿hay posibilidades de que te quedes si llegamos a otra semifinal de la Libertadores?

-Ojalá que en junio tenga ese problema, deseo mucho que lleguemos a esas semifinales, que sigamos siendo protagonistas. Será una situación difícil, es complicado para todos, pero más allá de lo mío, lo importante siempre es el equipo. Ojalá tenga ese problema y veremos cómo se resuelve. Es un camino largo, pero lo que más deseo es que estemos nuevamente en instancias finales, que realmente nos sintamos coperos en cada campeonato que nos toca enfrentar.

-Otra de las cosas que nos dijo Fillol es que le da mucha bronca que no te den una chance en la Selección, ¿sentís que es algo que ya pasó o todavía tenés ese desafío?

–Estoy entre la resignación lógica de haber pasado tantos años en este club y que no se me haya dado la posibilidad de formar parte de lo que uno más desea como jugador. Es lo más importante que podemos tener, pero son cosas que ocurren en el fútbol, a veces no coinciden los momentos del jugador con las necesidades de la Selección. Se respeta, más allá de que por dentro uno siente un poco de bronca por esto, porque sé lo que este arco y la mayoría de los arqueros que estuvieron en River pasaron, pero no es el caso mío. Hay que aceptarlo, no puedo gastar mucha energía en cosas que no dependen de uno mismo. Mi mentalidad es pensar en el partido que viene, en seguir respondiendo y quizás algún día llegue esa oportunidad.

-¿Este parate puede ayudar a encontrar la regularidad que le viene faltando al equipo?

-Viene muy bien, es necesario, más con estos primeros partidos que jugamos, en los que no pudimos encontrar el nivel que buscamos. Tenemos una chance para trabajar y mejorar cosas que a veces no tenemos tiempo con tantos partidos. Depende de nosotros saber aprovecharlo, ojalá desde la próxima semana respondamos adentro de la cancha de la manera que deseamos hacerlo. Trataremos de mejorar la imagen y, sobre todo, los resultados, que son lo que más importa.

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