Los juveniles de River no pudieron con Racing y ahora el Millonario no depende de sí mismo para ser campeón. Ni la vuelta de Cavenaghi pudo revertir el 0-1 en Avellaneda. A ganarle a Boca, cueste lo que cueste.
Está claro que River se la jugó por la Copa Sudamericana. El Millonario disputó una final con suplentes y juveniles para preservar a los habituales titulares de cara al Superclásico del próximo jueves.
Y La Banda pagó caro la ausencia de sus figuras. Los juveniles pecaron por su inexperiencia, no tuvieron ideas para revertir una historia que se abrió por un gol insólito y padecieron sus propias falencias.
Los mano a manos que erró el campeón en los primeros 10 minutos ilusionaron, pero tras el gol en contra de Funes Mori el equipo se desmoronó. El mediocampo no pudo tener la pelota y los delanteros se cansaron de correr a las espaldas de los laterales.
Ingresó Fernando Cavenaghi, pero la ecuación no se modificó. El Millonario perdió y ahora deberá ganar sus dos partidos y esperar que Racing pierda puntos para ser bicampeón.
El Muñeco se la jugó por el Superclásico. Lamentablemente, la apuesta para el torneo salió mal. Ahora, a ganarle al eterno rival. Cueste lo que cueste.