A un año de su arribo, Iván Alonso analizó el ciclo con el Millonario y explicó que La Banda ocupa ahora un lugar primordial en su carrera, que por ahora no tiene fecha de vencimiento.
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Llegó con 36 años y una larga carrera en Europa, México y Uruguay, aunque sin ser demasiado conocido en el Mundo River. Y en doce meses logró dos de los cuatro títulos que ganó como profesional, uno de ellos siendo clave con una asistencia y el gol de la victoria. Por eso, Iván Alonso ya no se imagina fuera de Núñez, sino que quiere seguir en el Más Grande.
“Hoy estoy en River y me he dado cuenta de que planificar tu futuro en el fútbol es absurdo, porque al final el fútbol te termina llevando adonde él quiere. Hoy tengo la capacidad de elegir dónde quiero estar y estoy muy bien en River: Mi cabeza está acá y ojalá pueda estar mucho tiempo. Voy semestre a semestre, y cada semestre me replanteo si realmente tengo fuerzas para seguir, si realmente no soy una piedra en el zapato de un club como River. El día que piense o que el club me plantee algo, seré el primero en dar un paso al costado porque no quiero ser la piedra en el zapato de nadie, quiero sentirme importante desde el lugar que me toque”, indicó.
En declaraciones a Olé, elogió al entrenador que le dio esta chance: “No voy a descubrir a Marcelo, los números hablan por sí solos. Arrancó como técnico saliendo campeón en Nacional y en River logró seis títulos. Debe ser el mejor entrenador que he tenido y cuento con el orgullo de haber llegado a River a los 36 años por expreso pedido de él, cuando muchos tal vez pensaron que era descabellado, algo loco. Le voy a agradecer toda la vida, y también al club, por haberme dado la posibilidad de vivir una experiencia tan linda”.
El delantero uruguayo recordó que llegó con lo justo a la final de la Copa Argentina y explicó lo que significó en su carrera: “Antes del partido con Central también venía con una lesión, pude llegar bien e increíblemente se dio una noche que para mí va a ser inolvidable y que va a quedar en un lugar privilegiado de mi corazón”.
“Yo confío plenamente en mis posibilidades y desde el día en que llegué a River sabía que en algún momento me iba a tocar la varita mágica y sería protagonista de un gol o de algo importante. Por suerte llegó, pero no llegó gracias a un nombre o una individualidad sino a un gran trabajo colectivo de todo el equipo. Seguramente no estará entre los más lindos, porque fue bien de delantero de área, pero sí entra el podio de los más importantes por lo que significó”, agregó.
Por otra parte, remarcó que tomó el duelo contra Rosario Central como si no fuera a disputar otra instancia decisiva: “Finales como las que nos tocó vivir no se repiten, somos unos privilegiados. Siempre me pregunto cuánta gente daría lo que no tiene por vivir lo que nosotros vivimos. Yo lo valoro mucho porque cada vez me queda menos y no sé cuántas veces más voy a jugar una final. Ojalá que sean muchas, pero pienso que la que jugué contra Central fue la última y pienso que así deberíamos tomarlo todos: que cada cosa que hacemos es importante y tenemos que vivirla como si fuera la última”.
Por último, se ilusionó con disputar una nueva Libertadores a punto de cumplir 38 años. “Yo no llevo muchas Copas porque me fui muy joven de Uruguay, de un equipo chico como el River de allá, y recién cuando volví a Nacional tuve la chance de jugar tres. A eso hay que sumarle la del año pasado con River y la de ahora. Es algo maravilloso y sobre todo, valorable, porque tengo una edad en la que estoy más cerca de tocar el arpa que la guitarra en el fútbol. Por eso valoro cada instante, le doy la magnitud que tiene a cada momento y disfruto mucho más”, finalizó.
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