Tras 24 días sin atajar, Barovero se lució en su regreso, debido a que impidió la igualdad de San Lorenzo sobre la hora y se mostró seguro.
No tiene un programa que suma puntos de rating. Ni siquiera es una persona de perfil alto. Tampoco lleva más de dos décadas iluminado por las cámaras de TV. Sin embargo, Barovero es el verdadero Marcelo. El que logra sumar puntos reflejados en una tabla más importante que la mediática. El que se encargó de ahogar el grito de Tinelli y miles de cuervos más cuando el remate de Héctor Villalba prometía inflar en la red.
Ocurrió a los 44 minutos del segundo tiempo. En uno de sus tantos centros cruzados, la mayoría ajena con poco éxito, San Lorenzo logró inquietar seriamente, al punto que Trapito salió disparado para tapar una pelota imposible. La mano izquierda rechazó un tiro de peligro ABC1 en el momento más difícil para River. Como si fuera poco, en otra acción contuvo un cabezazo que también generó cierto grado de zozobra.
Gracias a semejante actuación, en su vuelta después de cuatro partidos ausente, Barovero fue ovacionado por los hinchas. “Trapitooo, Trapitooo”, lo despidieron. Además del reconocimiento desde las tribunas, el arquero surgido de Atlético de Rafaela recibió un mimo futbolístico del técnico: “Respondió de manera maravillosa”. Así, el retorno de Marcelo le ganó de antemano a otro Marcelo. El show fue del número 1 del Más Grande.
+ A 29 años de una tarde inolvidable
+ La Editorial sobre River 1- San Lorenzo 0