La delegación de Tigres arribó al estadio Monumental una hora y media antes del comienzo de la final de la Copa Libertadores de América.

Luego de haberse entrenado el lunes y el martes en el complejo del eterno rival, los dirigidos por Ricardo Ferreti emprendieron viaje desde un hotel de Puerto Madero hacia Núñez.

El encuentro, que se jugará con un Antonio Vespucio Liberti repleto de miles de almas riverplatenses, promete ser histórico por los condimentos que contiene el duelo.

De un lado estará el conjunto mexicano, quien está viviendo su primera final de Libertadores en la historia. Y del otro estará El Más Grande, quien deberá aprovechar la localía para intentar alcanzar la misma gloria, así como 19 atrás.