(Incluye video) Se cumple un nuevo aniversario de la obra de arte de Alonso en la Bombonera. A una semana del triunfazo como visitante ante el rival de toda la vida, repasá la gloriosa tarde del ’86 en la que River dio la vuelta olímpica ante la cara del máximo adversario.
Todo River aún festeja el gol de Ramiro Funes Mori ante el silencio sepulcral de la Bombonera. Será imposible olvidar el festejo en el campo de juego de La Boca contra el eterno rival. Porque River pasó demasiado tiempo sin ganar como visitante un Superclásico, aunque tuvo tardes gloriosas, como la de Norberto Alonso y la pelota naranja.
Un día como hoy, pero de 1986, el Beto llegó a La Boca como el veterano referente de un Millonario que tenía la misión de ganar y dar la vuelta olímpica ante la mirada de los máximos adversarios. La Banda se encontraba en el mejor año de su historia y, comandada por el Capitán Beto, tendría un partido soñado.
El Superclásico quedaría en la historia por la pelota naranja con la que se jugó el primer tiempo de aquel Boca-River. Esos 45 minutos le bastaron a Alonso para realizar su obra de arte más recordada por la gente.
Primero de cabeza y luego de tiro libre (en la segunda parte y con pelota blanca), el Beto escribió una nueva página en su historia y en la historia del Más Grande. La Banda se impuso por 2 a 0 y dio la vuelta en la Bombonera, ante el delirio de las dos bandejas otorgadas a la hinchada millonaria y el silencio del resto del estadio.
Afortunadamente, hace una semana el Más Grande dio otro golpe en la cancha de Boca, pero a 28 años de la epopeya del Beto aún pone la piel de gallina el recuerdo de ese 2 a 0. El inolvidable recuerdo de la pelota naranja y otro festejo contra el rival de toda la vida.
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