Los seis amistosos de la pretemporada dejaron un saldo negativo para un River multicampeón que retrocedió algunos casilleros a la hora de generar entusiasmo para pelear por la Copa Libertadores de América.
El título de la Sudamericana todavía permanece fresco. Ni siquiera pasaron dos meses desde la conquista internacional que rompió casi 17 años de sequía. Como si fuera poco, el Millonario eliminó a Boca en semifinales y, gracias a dicho éxito sumado el logrado ante Atlético Nacional, disputará dos compromisos frente a San Lorenzo para obtener por primera vez la Recopa, frustrada en dos ocasiones. Un desafío que es tan breve como importante para sumar un nuevo galardón fuera del ámbito local.
Lo cierto es que si bien la pretemporada tendrá su valoración real con el transcurso de este semestre, teniendo en cuenta que el conjunto que dirige Marcelo Gallardo debe alcanzar una plenitud física y futbolística, el saldo actual abrió signos de interrogación. Toda la mesura y paciencia fue derrumbada el sábado pasado en Mendoza, donde la goleada sufrida fue un auténtico golpe a la ilusión para darle lugar a una expectativa moderada de cara a todas las competencias que se asoman en el calendario.
Con respecto a lo meramente estadístico, El Más Grande arrojó los siguientes números en esta pretemporada, incluyendo los dos encuentros en Uruguay: seis partidos, con una victoria, dos empates -traspié en la definición por penales- y tres caídas. Cinco goles a favor, cuatro de ellos sobre Independiente, y ocho recibidos. Aunque lo peor, amén del revés en el Superclásico reciente, fue la indisciplina (seis expulsiones) y la merma en cuanto al nivel. Al menos esto último puede tener recuperación de acuerdo a los plazos.
En síntesis, River necesita salir adelante ya. Lejos de ser una presión, la Recopa representa una motivación extra. ¿Existe una revancha personal mejor para cada jugador que la de participar por un título oficial en lo inmediato? El foco del Muñeco y sus colaboradores pasa por revisar si la confianza no fue víctima de fisuras y recomponer el estado anímico. Material hay. Está claro, sobre todo porque el plantel sostuvo la base ganadora. Un detalle para nada menor, siempre y cuando todos los integrantes estén compenetrados al 100% con este ciclo 2015.