Unos minutos antes de abordar el vuelo hacia la Argentina, el delantero sufrió una serie de inconvenientes que le impidió volver junto con sus compañeros.
Nadie está exento de olvidarse un papel. Ni siquiera un jugador profesional, pese a tener cierta frecuencia en materia de viajes aéreos y asesoramiento en trámites. Tal es así que Lucas Boyé se quedó más que lo previsto en México, debido a que no tuvo encima la tarjeta de migración.
Para colmo de males, el atacante de 19 años padeció un segundo dolor de cabeza propio del cine. Tras percatarse de la ausencia del documento en cuestión, abonó una multa. Sin embargo, el tiempo superó el que tenía de margen para subirse al avión de Aeroméxico y quedó varado.
Más allá de que arribará al Aeropuerto Internacional de Ezeiza a la noche, Boyé disminuyó sus posibilidades de ser titular el próximo domingo en La Paternal. Luego de estar entre los once frente a San Lorenzo, era candidato natural a seguir desde el inicio, pero la demora puede restarle horas de descanso.
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