El delantero, que actualmente juega en Defensa y Justicia, recordó con cariño el paso por Núñez, aunque lamentó no haber tenido demasiadas chances. Elogió a Almeyda y aclaró que no le molesta que lo llamen “el refuerzo de Passarella”.
Su ciclo en River estuvo marcado por el mayor fracaso deportivo de la historia, pero eso no le quita a Fabián Bordagaray el hecho de haberse puesto La Banda. El delantero, que a los 29 años juega en Defensa y Justicia, estuvo durante todo 2011 en el Millonario y, si bien sabe que no rindió, sueña con regresar.
“Fue una etapa muy linda más allá de lo que me tocó vivir. Ya el hecho de jugar a esa institución es algo muy positivo en mi carrera. Jamás me voy arrepentir porque fue mi decisión, cuando se dio la oportunidad dije que sí y nunca lo dudé. Me quedé muy sorprendido con lo que significa River en la Argentina. Obvio que me gustaría tener revancha en el futuro, volver a un club de ese nivel”, explicó.
“Igual la realidad es que no jugué nunca, es lo que tengo en mi cabeza, no tuve un solo partido de titular, siempre me tocó entrar de afuera. Y ésa es mi cuenta pendiente, si algún día me toca volver, quisiera que no me vaya de la misma manera. Quiero ser protagonista, demostrar lo que tengo para dar. Si se da, bienvenido sea”, agregó en declaraciones a Olé.
Consultado por Matías Almeyda, el atacante lo elogió como parte del equipo y luego como entrenador: “Fue diez puntos, primero lo tuve como compañero y la verdad que es un ejemplo a seguir, y como técnico también. Con varios chicos de ese plantel tengo relación y es lo lindo del fútbol. Saqué buenas amistades”.
+ Video: El único gol que hizo en River.
Por haber sido el único refuerzo en aquel verano de 2011, Bordagaray es recordado como “el refuerzo de Passarella”, un rótulo que no le molesta porque entiende que no fue una decisión suya.
“Que me digan que fui el único refuerzo de Passarella uno no lo decide, no es algo que me moleste. Son cosas que pasan, me tocó a mí. La campaña fue muy buena, pero nos terminó yendo mal por el tema del promedio. Igual, sí me molesta haber sido el único refuerzo y no haber tenido la oportunidad, me hace más ruido eso. No tuve la chance de aportar mi granito de arena al equipo. Eso me molesta más a que me digan ‘el refuerzo de Passarella’. No pude aprovechar mi momento”, lamentó.