Gallardo marca el camino de no relajarse pese a todo lo conseguido, y todos los jugadores le siguen el ritmo, más aún los que ya llevan varios años trabajando con él. Por eso no sorprende que para Lucas Martínez Quarta no existan prioridades dentro de las tres exigentes competencias que tiene River en este segundo semestre del 2019.

Apostamos a ganar la Superliga, la Copa Libertadores y la Copa Argentina. Después, está la seguidilla de partidos que a veces te obliga a hacer un desgaste enorme. Y encima la Superliga es muy pareja y hoy a River le salen a jugar como si fuese la final del mundo. Quizás, en ese desgaste, nos cuesta y nos hacen la diferencia por ese lado”, sostuvo el Chino en diálogo con La Nación.

Luego de un inicio de carrera donde vislumbró al mundo River con su nivel y regularidad, el camino deMartínez Quarta en el fútbol fue entrando en intermitencias y encontrándose con grandes obstáculos, como aquella injusta suspensión por doping que soportó junto a Camilo Mayada. Pero desde fines del año pasado ha evolucionado muchísimo en su juego y hoy se encuentra consolidado en la zaga.

“El clic que hay que hacer es poder disfrutar. Necesitaba la confianza de creer en uno, a mí me faltaba eso. Pero son momentos, ninguno es regular al 100%, por eso traté de tomármelo tranquilo, no desesperarme y seguir trabajando día a día. Al volver al equipo titular este año, fue fundamental meterme en una defensa consolidada que venía de ser campeona de América”, afirmó el defensor de 23 años.

Además, explicó lo que significa para un chico nacido en el club como él la importancia de formar un gran grupo en el vestuario y seguir el camino de los líderes. “Tenemos un sentido de pertenencia importante. Nos tocó crecer, debutar. y a muchos les ha aparecido la oportunidad para irse, como a Palacios, por ejemplo, pero ese vínculo hizo que se quede un tiempo más. Tenemos algunos referentes que marcan el camino y los más chicos tratamos de seguirlos. Han hecho un muy buen trabajo de unión, por eso River hoy es una familia”.

Finalmente, destacó lo que significa heredar el puesto que dejó un referente total como Jonatan Maidana. “A principios de año se nos fue un jugador con mucha historia, un emblema del club. Y personalmente sentí que fui de menos a más, pero hoy estoy disfrutando de un buen presente. Siempre tuve la confianza del cuerpo técnico, al igual que de los compañeros: está muy bueno que confíen en uno”, cerró.