Los suplentes, más Pisculichi, participaron de un ensayo de papi fútbol en el gimnasio principal, donde hubo clima distendido y la premisa de resolver con precisión en velocidad.
La clasificación a los octavos de final de la Copa Libertadores brindó tranquilidad en Núñez. Es que ahora habrá dos semanas con un solo partido, con tiempo para que el descanso sea mayor y la parte psicológica no se vea cargada de compromisos inmediatos.
En ese contexto, hubo un duelo seis contra seis con el gimnasio principal. Allí, los arqueros fueron Augusto Batalla y Nicolás Francese, mientras que Julio Chiarini sorprendió en su desconocida función como delantero. Marcó goles, tiró paredes y hasta se animó a intentar una doble pisada, en vano.
¿Más perlitas para destacar? Guido Rodríguez alternando entre ser delantero y volante de creación, con algunos movimientos lujosos. Emanuel Mammana también de punta y Leonardo Pisculichi aportando sus pinceladas en espacios más reducidos.
Fueron varios partidos pequeños durante una hora, aproximadamente. Sirvieron para perfeccionar la técnica, debido a que la consigna fue que cada jugador resolviera en tres toques para dar un pase o rematar al arco. Algo clave para seguir mejorando la precisión.