El pasado martes el imponente marco del estadio Monumental fue clave para que River le empiece a ganar desde la tribuna a Colo Colo. A tal punto que hubo varios extranjeros que quedaron impactados y enloquecidos. La gente acompañó, como siempre, pero en la previa varios micros de hinchas fueron requisados por la Policía de la Ciudad.
Es frecuente que tanto filiales como grupos de hinchas organicen micros desde distintos puntos de Buenos Aires y del país para trasladarse al Monumental. En ese sentido, horas antes del partido, varias unidades fueron demoradas en la zona de Figueroa Alcorta y La Pampa, y la seguridad tuvo un trato hostil hacia la gente de River.
Hinchas que estuvieron allí presentes en los micros le confirmaron a La Página Millonaria que todos los micros fueron requisados, haciendo bajar a todos los pasajeros y requisando también a cada uno individualmente. La Policía de la Ciudad secuestró bebidas alcohólicas (cervezas) y algunas bengalas de humo, y hasta labró contravenciones.
Incluso, muchos hinchas e integrantes de distintas filiales denunciaron en redes sociales que fueron incluidos de forma arbitraria en el Derecho de Admisión. ¿Hay persecución en River? Está claro que los protocolos no siempre se aplican de la misma manera y para todos por igual, y casualmente o no, con los hinchas del Más Grande siempre son más rigurosos a la hora de investigar y sancionar.
Conmebol le había prohibido a River colgar dos trapos
Horas antes del partido también sucedió que la Conmebol le bajó el pulgar a una parte del recibimiento monumental a River, prohibiéndole la exhibición de dos banderas. Una alusiva a las Islas Malvinas, por supuesto “incentivo a la violencia política”, y otra con los ídolos del Millonario, por el tamaño. También se quiso dar de baja la camiseta que se desplegó en la Sívori Alta.
Si bien esta decisión fue particularmente de Conmebol, que también es rigurosa cuando quiere y con quien quiere, las partes aportan para que el fútbol tenga cada vez menos espíritu. Y aparentemente, hay un encono casi personal con River, que no hace más que perjudicar a hinchas y socios que solo quieren acompañar.