Franco Mastantuono es quizás, junto a Gonzalo Montiel y Franco Armani, lo único indiscutible que tiene el plantel de River en la actualidad si nos referimos a nivel futbolístico. La joya de 17 años continúa mejorando partido tras partido pese al magro presente del equipo y por eso se gana no solo los elogios de los hinchas, sino también de otros futbolistas.

Nicolás Domingo, ex volante de River y recientemente retirado del fútbol profesional, charló en exclusiva con La Página Millonaria y dejó palabras muy positivas para Mastan. “Si hoy el no desequilibra o rompe en un uno contra uno, es complicado. Gonza Montiel no lo va a hacer. Va a entregar un corazón enorme, va a pasarla, va a ir, pero no va a gambetear“.

Domingo se puso en los zapatos de los actuales jugadores de River y les dejó una especie de consejo: “Si fuera un compañero de él, con total tranquilidad le diría que me tiro de cabeza a recuperar la pelota en caso de que la pierda. Que lo intente, lo intente y lo intente”.

Franco Mastantuono fue otra vez la figura de un River pálido.

Respecto a la cantidad de rodaje que Gallardo le está dando como titular, cerró: “Yo creo que Marcelo lo está bancando un montón en el buen sentido, lo pone y le da minutos. Con Atlético Tucumán hace algunas fechas jugó un partidazo. Asoció, generó situaciones, y el equipo tiene que sostenerlo, darle la tranquilidad de ponerlo en situaciones cómodas para desplegar su fútbol”.

Domingo y una frase sobre Barco que va de la mano con Mastantuono

El ya ex mediocampista central compartió equipo con Esequiel Barco, en aquel Independiente que ganó la Copa Sudamericana 2017. Si bien son jugadores distintos, de edades distintas y que jugaron en River en contextos distintos, Domingo recordó cómo eran las sociedades con Barco dentro de la cancha y la situación se puede trasladar tranquilamente a Mastan en la actualidad.

Tenía 17/18 años y tuvo un semestre excelente. Había un equipo que lo respaldaba. Nosotros sabíamos dónde dársela. Juntábamos pases para en un momento dársela y que esté mano a mano, no que tenga que gambetear a tres. Y si la perdía nos tirábamos de cabeza para recuperarla. Él era el único que tenía derecho a perderla. Esa gambeta es parte de, para nosotros no pasaba nada si la perdía“, recordó Domingo.