La Reserva de River se lució en Córdoba y goleó por 4-0 a Talleres en la Boutique por la fecha 13 del Torneo Proyección. Una de las figuras del equipo de Marcelo Escudero fue Leonel Jaime, quien anotó un doblete para alcanzar los tres goles en el certamen sobre 13 partidos jugados.
El primer tanto del nacido en Tigre fue a los cuatro minutos del primer tiempo, cuando capturó un despeje fallido en el área local y definió cruzado para poner el 2-0 transitorio. Luego, a los 40 del complemento coronó la goleada con un fuerte derechazo que venció la resistencia del arquero Franco Yennerich.
El nacido en Tigre es una fija en el conjunto juvenil del Más Grande, aunque todavía no contó con minutos en el primer equipo con Marcelo Gallardo. Su chance más cercana fue en el partido contra Atlético Tucumán, aunque salió de la convocatoria a último momento por no haber aceptado la oferta que se le presentó para firmar su primer contrato.
Según afirmaron en su entorno, la oferta era por el sueldo básico que AFA establece en los contratos de los futbolistas. Pese a esto, aseguraron que hay intención para negociar y que esperan por una nueva propuesta por parte del club. River tiene la intención de blindarlo con una cláusula de rescisión de 100 millones de euros, como viene haciendo con sus joyas. Por eso, quienes asesoran al futbolista pretenden un sueldo más alto, acorde al monto de dicha cláusula.
La historia de Cristian Jaime
Cristian Jaime nació el 14 de julio de 2006 en la localidad de Tigre, Provincia de Buenos Aires. Como casi todos los jóvenes talentos del club, comenzó a dar sus primeros pasos en el fútbol en clubes de barrio, cerca de su hogar. En su caso particular, arrancó jugando en el club Juventud de Tigre a los cinco años, donde iba acompañado de su abuela Elvira. Tiempo después, pasó por Deportivo Armenio y también por Rincón, donde lo vieron los ojeadores de River.
Su llegada también tiene muchos puntos de contacto con la mayoría de las historias de fútbol infantil: le ofrecieron una prueba en River, se presentó y deslumbró. En el caso de Cristian Leonel, no necesitaron probarlo muchas veces: con una sola práctica alcanzó para levantar el pulgar y decidir ficharlo. Jugó de enganche y demostró que tenía todo lo que tiene que tener un número diez para vestir el Manto Sagrado.
Lo que vino después, fueron años de aprendizaje y también de lucha. Es que Cristian Jaime ingresó en una categoría que funcionaba y jugaba casi de memoria. Que tenía como enganche o mediapunta a un tal Claudio Echeverri y a un centrodelantero como Agustín Ruberto. Por eso, en los primeros años de fútbol infantil le tocó ingresar desde el banco o bien jugar en Liga Metropolitana.
Ya en juveniles, Cristian Jaime comenzó a jugar en la categoría 2006 con más continuidad. Allí pudo demostrar todo lo que venía mostrando en infantiles. También potenció muchas de sus virtudes y se adaptó a otras posiciones en la mitad de la cancha, más allá de sus dotes naturales como enganche.
“Soy un jugador habilidoso, rápido y fuerte en el uno contra uno. Además, estoy llegando seguido al gol. También soy metedor a la hora de presionar y recuperar la pelota”, se definió hace algún tiempo atrás a la hora de hablar sobre sus principales características. “Esequiel Barco y Ángel Di María son dos jugadores a los que admiro y observo, tanto por mis características como por la posición en la que estoy jugando“, señaló a la hora de elegir sus referentes.
