La famosa frase que dicta que “detrás de un gran hombre hay una gran mujer” le cabe perfectamente a la vida de Gonzalo Montiel. Karina y Cachete han formado una gran historia de amor desde el día uno que se conocieron, y nada mejor que este 14 de febrero donde se celebra el día de los enamorados para conocer a fondo algunos detalles e intimidades de esta familia que hoy es de tres integrantes, desde el nacimiento de Thiago a mediados del 2024.
En diálogo exclusivo con “La Página Millonaria”, Karina Nacucchio nos contó no solo cómo fue el comienzo de la relación con el hombre que metió el penal decisivo para Argentina en el último Mundial, sino además su rol como padre y sus gestos románticos hacia ella a lo largo del tiempo, y los grandes motivos por los que regresó a River.
– ¿Cómo se conocieron con Gonzalo? ¿Qué detalles recordás de la primera cita que tuvieron?
-Bueno, con Gonza nos conocimos por las redes hace seis años y medio. Hablábamos todos los días desde la mañana hasta la noche durante dos meses hasta que nos encontramos en Palermo y fuimos a comer unas tiritas de asado. Me acuerdo que estrene zapatos ese mismo día y caminamos unas 15 cuadras al restaurante, mientras tomábamos mates a las diez de la noche, primera y última vez, je. Por ende llegué con dos ampollas a mi casa, y bueno a partir de ahí empecé a usar chatitas con Gonza siempre (risas).
-¿En qué momento sentiste que estabas plenamente enamorada de él?
Después de la primera cita sentí que conectamos mucho pero no pensé que íbamos a seguir por un pensamiento negativo personal o prejuzgarlo a él. Pero pasando los meses en el departamento donde yo vivía cada día había más ropa de él que mía, je. Una vez fue a comprar para que le haga puchero al chino que estaba a dos cuadras del departamento y me trajo 10 kilos de acelga (risas) También me esperaba con mates en mi local, y si estaba cerrado me esperaba en la puerta, y así fueron varios meses de demostraciones que me permitieron darme cuenta que no tenía por qué tener miedo a enamorarme.
A la vuelta de un partido que tuvo en Estados Unidos le dije que no quería que sigamos porque para mí ya estábamos formando una relación y no estaba segura si él iba en serio , así que vino a casa hablarme apenas aterrizaron con el utilero también en el auto y todo, jaja. Ahí me dijo las palabras que necesitaba escuchar, y estaba convencida que era el hombre y el amor de mi vida.
-El amor por River es algo que los unió y los unirá por siempre. ¿Cómo viven juntos esa pasión y qué sentiste en ese momento en el que te enteraste que Cachete volvía a casa?
Siempre digo que gracias a River lo conozco. Cuando vi que me miraba las historias lo felicité por la copa del 9 de diciembre, y desde ese día hablamos como si nos conociéramos de toda la vida. Y la verdad es imposible no emocionarme si hablo de la vuelta. Fueron muchos días de imaginarme vivir acá , mañanas llorando mientras él entrenaba en Sevilla. Creo que el click definitivamente fue Thiago y las ganas de que crezca con toda la familia cerca , no podemos pedir más nada . Y si hablamos de River, hace mucho no lo veía tan feliz adentro de una cancha.
-¿Qué es lo más romántico que hizo Gonzalo por vos?
Mirá, hace mucho que no me regala flores y voy a aprovechar la entrevista para recordárselo (risas). Cartas tengo muchísimas porque me encanta que me escriba, pero lo que siempre me acuerdo es que en plena cuarentena iba a entrenar a una plaza y cuando volvía vio unas flores que le gustaron y no pudo parar porque justo iba un auto atrás de él, así que dio la vuelta y se bajó para sacar una y traérmela.
-El nacimiento de Thiago marcará un antes y un después en su relación y en sus vidas. ¿Cómo podés describir a Cachete siendo padre?
Uff Thiaguito. Lo deseamos mucho, y lo vivimos con mucho disfrute y amor al gordo. Antes de que nazca sabía que Gonza iba a ser un gran padre, estaba convencida y así fue. No puedo enumerar las cosas que hace porque está como estoy yo para todo lo que necesita Thiago. Sin dudas me enamoró dos veces, antes y después de ser padre.
