Corría el mes de abril del 2013 y River, bajo la dirección técnica de Ramón Díaz, se preparaba para visitar a Racing en el por entonces denominado Torneo Final. Para ese partido, el Pelado había decidido hacer debutar en Primera a una de las máximas promesas del Millonario en aquel momento: Éder Álvarez Balanta.
Nacido un 28 de febrero de 1993 en Bogotá, el defensor central logró asentarse rápidamente en el primer equipo gracias a su fortaleza física y buen juego aéreo. También contaba con aptitudes para salir jugando incluso con lujos inesperados, tal como sucedió en una recordada jugada contra Tigres UANL en la fase de grupos de la Libertadores 2015. Gracias a su buen comienzo en el Más Grande, se ganó un lugar para disputar el Mundial de Brasil 2014 con la selección de Colombia.
Ya en el 2015 perdió el puesto con Ramiro Funes Mori producto de algunos problemas psicológicos relacionados a las lesiones que sufrió y a la presión que vivió por las exigencias del club. Uno de los momentos que lo marcó durante ese año fue cuando pidió el cambio durante un encuentro contra Chapecoense por Copa Sudamericana, tras lo cual golpeó su cabeza contra el banco de suplentes. Su etapa en River finalizó con un saldo de 83 partidos, tres goles y cinco títulos.
En julio del 2016 fue transferido al Basilea suizo a cambio de tres millones y medio de euros. Allí permaneció durante tres años disputando no solo las competencias locales sino también la UEFA Champions League, misma que jugó tras ser transferido en 2019 al Brujas de Bélgica.
Posteriormente, en enero del 2023 le llegó la chance de jugar en una de las cinco grandes ligas de Europa, ya que fichó por el Schalke 04 de Alemania. Allí permaneció durante solo un semestre para posteriormente regresar a Brujas y jugar sus últimos meses en el Viejo Continente.
Su regreso a Colombia y la pesadilla de las lesiones
En julio del 2024 finalizó su recorrido por Europa para volver a su país a defender la camiseta de América de Cali, club en el cual apenas pudo jugar 45 minutos en los últimos cinco meses por una lesión muscular de la que se resintió tras recuperarse por primera vez.
Se trató de una lesión músculo-tendinosa a nivel de la cadera izquierda, de la cual logró recuperarse en agosto. Lamentablemente, a sus 32 años, la volvió a sufrir ese mismo mes ante Alianza FC, partido en el que solo consiguió jugar medio tiempo antes de verse obligado a salir de la cancha.
