Otro escándalo de Foster Gillett y van. El empresario estadounidense, que en enero de este año apareció como el salvador del fútbol argentino, en un intento del gobierno nacional de impulsar las Sociedades Anónimas Deportivas, protagonizó un nuevo papelón en Uruguay: Rampla Juniors descendió y con una millonaria deuda.
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El histórico club uruguayo descendió a la Segunda División a fines del año pasado. En el país oriental sí están permitidas las SAD, por lo que el club tomó esa vía en busca de una reinvención. Fue allí donde apareció Foster Gillett, prometiendo una fuerte inversión.
Pasaron los meses y Rampla fue acumulando deuda, a la vez que los resultados deportivos no se daban. Estuvo 11 partidos seguidos sin ganar. Al mismo tiempo, un pasivo que superaba los 7 millones de dólares, más alrededor de U$S 500.000 en salarios atrasados de futbolistas y empleados del club.
Los dirigentes del club intimaron entonces a Foster Gillett, pero este no dio respuestas ni señales de vida. Al igual que en el fútbol argentino, su presencia se dio a través de un intermediario, cuya versión es contrapuesta con la de los clubes. Ignacio Alonso, presidente de la AUF, fue quien lo respaldó y hasta le echó la culpa a Argentina de los incumplimientos del multimillonario.
Lo cierto es que la historia terminó con un triste final. Rampla Juniors descendió por primera vez en sus más de 110 años de historia a la Divisional C, tercera categoría del fútbol uruguayo, que no es profesional sino amateur. Luego de coquetear varias veces con el descenso administrativo por las deudas, finalmente se concretó la baja pero por los resultados. Foster Gillett no aparece pero las deudas persisten.
La denuncia de River a Foster Gillett
El inversor llegó a Argentina por intermedio de Juan Sebastián Verón y Guillermo Tofoni, con el aval del gobierno encabezado por Javier Milei, pese a que la normativa de AFA no permite las SAD. El presidente de Estudiantes de La Plata le abrió las puertas de su club y lo respaldó hasta que la situación fue insostenible. ¿Por qué? Porque Foster Gillett estafó a River y Vélez.
Es que el empresario se había comprometido a comprar el pase de Rodrigo Villagra en 9 millones de dólares netos para River. Sin embargo, pasaron las semanas, el dinero no apareció y Foster Gillett tampoco, generando un importante perjuicio para el club de Núñez, que lo terminó vendiendo sobre el final del mercado de pases por un valor muy inferior.
Por eso,River denunció penalmente a Foster Gillett por los delitos de estafa y desbaratamiento de derechos acordados, amparándose en los artículos 172 y 173 del Código Penal Nacional. A su vez, el club solicitó un allanamiento en las oficinas de Tofoni “con el objeto de de obtener el domicilio de Foster Gillett“.
