El triunfo ante Independiente no debía confundir ni envalentonar, pero sí funcionar de punto de partida. River todavía flaquea en muchos aspectos y el empate ante Godoy Cruz por la quinta fecha del Torneo Apertura fue una nueva muestra. Algo que genera preocupación, a la vez que enaltece a un nombre propio, es que el único que estuvo a la altura fue Pity Martínez.
El volante de 31 años ingresó en el entretiempo por Sebastián Driussi, y junto a Manuel Lanzini, quien duró solo 20 minutos en cancha por lesión. Fue su primer partido en el año, ya que se había desgarrado en la pretemporada. Es decir que no jugaba desde principios de diciembre del 2024.
Luego de un mal primer tiempo, Gallardo metió volantazo y doble cambio en el entretiempo. Con el ingreso del ex Huracán buscó gambeta, desequilibrio, explosión, cambio de ritmo y algún chispazo dentro de tanta monotonía. Pity no pudo ser el salvador, pero sin dudas fue el único aprobado.
Con poco le alcanzó. Mostrarse constantemente para pedir la pelota. Intentar asociarse y hacer jugar a los compañeros. Inventar algún que otro pase filtrado. Y sumar un ejecutante de calidad para la pelota parada (aunque no ejecutó bien un tiro libre desde la derecha). Tuvo la más clara del Millonario con un remate que el arquero Petroli, ex River, mandó al córner.
Claro que ilusiona volver a ver la mejor versión del 18, pero es preocupante que, al igual que el año pasado, Gonzalo Martínez sea el punto más alto del equipo cuando recién vuelve de una lesión.
Franco Armani, el otro aprobado
Cuando River tambalea, el Pulpo siempre está. Empezó el torneo con un error clave ante Platense. Pero tuvo apariciones fundamentales luego ante Instituto, San Lorenzo, Independiente y en Mendoza de nuevo. Dando seguridad en el fondo cuando la defensa sufría. Y también con dos buenas atajadas ante remates de larga distancia.
