River empató sin goles ante San Lorenzo en el Estadio Monumental en un partido que cambió drásticamente su rumbo después del gol anulado a Enzo Pérez en el primer tiempo. Por offside de Gonzalo Montiel en la jugada previa, el VAR no convalidó el tanto del capitán del Millonario y a partir de ahí el equipo se fue desinflando y nunca pudo encontrarle la vuelta al encuentro.

Antes del furibundo remate del volante que se colgó en el ángulo izquierdo del arco defendido por Orlando Gill, hubieron una serie de rebotes y despejes defectuosos por parte de los jugadores de San Lorenzo que instalaron el debate y la polémica: si bien Montiel está en offside cuando Lencina le da el pase entre líneas, luego de eso se abre otra jugada.

Cachete no llega a controlar la pelota y es Jhohan Romaña, defensor del Ciclón, quien se hace con el balón y tiene tiempo y espacio para dominar la posesión y decidir qué hacer con ella. El criterio arbitral establece que una jugada continúa hasta que el equipo que defiende tiene la posesión controlada de la pelota (y puede realizar un despeje o controlar sin presión del rival). Romaña pudo hacerlo, más allá de si después el despeje termina siendo impreciso o no.

El reglamento de la IFAB -ente que regula las reglas del fútbol profesional- es claro y habla de la voluntariedad de la acción. “El hecho de que el pase, el intento de recuperar la presión o el despeje del jugador sea impreciso o no logre su objetivo no invalida la voluntariedad de la acción“. Y, por ende, la generación de una nueva jugada que debe ser interpretada por el árbitro de campo para tomar la determinación final.

El offside de Montiel que invalidó el gol de Enzo Pérez. Después de eso, se inicia una nueva jugada y el árbitro debió revisarlo ya que no fue algo factual sino de interpretación.

Montiel estaba en offside, claro está, pero el control de Romaña de la pelota sin jugadores de River que lo apuren genera una nueva jugada e invalida el offside. O por lo menos permite abrir esa puerta y esa interpretación. Si bien el VAR tiene la potestad para anular el gol por esa posición adelantada, se recomienda que llamen al árbitro principal para que la revise él mismo.

Hecho que no ocurrió, ya que Ramírez no tuvo la posibilidad de ver la secuencia entera en la pantalla y fue Echenique quien decidió anular el tanto de Enzo Pérez que hubiese cambiado el partido.