River ganó, gustó y goleó a Defensa y Justicia por los octavos de final de la Copa Argentina, pero no todas fueron buenas noticias para el conjunto que dirige Marcelo Gallardo. Cuando promediaba la primera etapa y tras un desborde peligroso de Alanís, Andrés Herrera y Franco Armani chocaron fuertemente en el intento por despejar el balón. Una judaba poco fortuita, que terminó con la sustitución de ambos futbolistas en el entretiempo.

En lo que respecta a Andrés Herrera, el primer diagnóstico fue un traumatismo en el empeine del pie derecho. No fue ninguna novedad para el lateral millonario: en el encuentro ante Tigre había sufrido un golpe en la misma zona. De hecho, luego del partido se retiró sin el calzado correspondiente y con una ojota, producto de la inflamación. Pese a la molestia que le provocó, el ex San Lorenzo logró recuperarse con el correr de las horas y pudo estar presente anoche en Chaco, hasta que llegó el choque con el arquero del Más Grande.

De regreso a Buenos Aires, Herrera pasó por la Clínica Rossi para someterse a estudios médicos y determinar el grado de su lesión. En el cuerpo técnico millonario temían que se tratara de un problema óseo, pero los resultados determinaron que se trató solamente de un traumatismo y que no hay ningún hueso afectado. De esta manera, no habría inconvenientes para que el Yacaré llegue en óptimas condiciones para el superclásico que se disputará el próximo 11 de septiembre.