Ya nos sabemos de memoria los hechos patéticos que sucedieron el sábado 24 de noviembre. El micro de Boca fue apedreado en Quinteros y Libertador por unos inadaptados, permitido por la inoperancia policial que para colmo arrojaron indiscriminadamente gas pimienta que se coló por las ventas rotas del bus boquense.

A partir de ahí comenzó la película de ciencia ficción que montó el visitante. Primero, el médico de Boca, Jorge Batista, emitió un comunicado en el que detalló cómo estaban los jugadores y no reflejó ninguna lesión en el ojo de Pablo Pérez. "Inflamación mucosa por gas irritante. Herida en el antebrazo", fue el parte.

Pero luego la historia cambió. Comenzó a circular que tenía una herida en el ojo, pero no por el gas como había mencionado Batista que estaba afectado, sino por un corte producto de una astilla de los vidrios rotos. Fue en ambulancia para ser atendido en la clínica Otamendi y al volver, cuando parecía que el partido iba a jugarse, Pérez apareció en la lista del equipo titular. Raro.

 

En TNT Sports, Hernán Castillo reveló que Tévez, Benedetto, Gago y Pablo Pérez fueron los impulsores de no jugar, a pesar de que Daniel Angelici fue al vestuario para decir que sí se jugaba, pero el exjugador de la liga china le dijo que no. "Wanchope, los colombianos, Andrada, Buffarini e Izquierdoz querían jugar", afirmó. "Tévez lo agarró a Angelici y le dijo que no se jugaba, apretó al presidente de Boca para que no se juegue", sentenció Castillo.

El periodista Nicolás Distasio continúo en la misma sintonía que su colega "Pablo Pérez iba a jugar, nos mintieron, armaron una puesta en escena triste, lo que pasó con el micro fue una vergüenza y ojalá vayan presos los que hicieron la agresión salvaje al micro de Boca pero todo lo demás fue un acting"

Mención aparte para el asambleísta de Boca actuando como si se sintiera mal en la zona del vestuario de Boca al ver que la cámara lo enfocaba o a Juan Carlos Crespi riéndose apenas bajó del micro apedreado.

Las contradicciones entre los propios jugadores de Boca también estuvieron a la orden del día: Tévez afirmó que el médico de Conmebol fue al vestuario, pero Pablo Pérez dijo que "el no lo conoce porque nunca lo fue a ver". También el mediocampista agradeció que Scocco y Casco le mandaron mensajes desde el vestuario para ver cómo estaba, aunque según Tévez ninguno de los jugadores de River se preocupó.

Una mentira llevó a otra y a otra. La red de falacias se metió hasta en el "pacto de caballeros" traicionado por Angelici, que al ser presionado por Tévez se vio obligado a fallar a su propia palabra. Parece que aún falta, Boca está decidido a terminar esta copa en el escritorio, y si es necesario inventará cualquier tipo de artilugio para lograr su cometido.